CONVIVENCIA EN ROQUETAS I.


“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.” (Eduardo Galeano).

Como sois bastantes los que me habéis preguntado por los días de voluntariado en Roquetas, decidí pedir permiso a algunos de los usuarios con los que he convivido para poder contar algunas de las anécdotas de estos días, que no han sido pocas. Pues aunque una semana se nos pasó volando, fueron muchos los instantes que han acontecido para enriquecimiento personal de todos los que estuvimos y que quizás contándolo, también te sirva a ti que no tuviste la oportunidad de vivir la experiencia.  

Salimos de viaje en bus desde el centro ASPACE de Sevilla. Tres trabajadoras del centro, siete voluntarios (cinco en verdad, porque dos se acoplaron a mitad de camino al no estar en la misma provincia) y diez usuarios. Aunque para mi el inicio de este acontecimiento empezó mucho antes. Justo en este MOMENTO en que mi Lucy eligió vivir como individuo autónomo de cara al voluntario.  

Desde aquel día. que narré en un post y puedes leer en el enlace anterior, mi Lucy pasó de querer estudiar Ayuda y Asistencia a personas en situación de dependencia, a estudiar Auxiliar de enfermería que fue lo que le aconsejaron estando en el voluntariado. Compaginó los estudios con el voluntariado y hasta con la COVID y la pandemia mundial. Luego hizo sus prácticas en un centro de salud y  estuvo de Erasmus en Italia. Trabajó todos los meses que la ley le permitió en ASPACE, ya que no había hueco para la ratio de plantilla del personal fijo. Y una vez se quedó parada descubrió que todas las empresas la querían porque su CV de formación y trabajo de voluntariado era un caramelito en la puerta de un colegio. Trabajó en dos residencias de mayores y estando ya indefinida en un buen puesto, un día David (director en ASPACE) la llamó por teléfono para ofrecerle el puesto de coordinación de ocio del centro). 

A su padre le pareció un problema que dejase un contrato laboral de una jornada de ocho horas por una media jornada, por la perdida de sueldo. Pero yo sabia que Lucy ya lo tenia decidido incluso antes de consultarlo con nosotros. Ella es así. De pequeña le preocupaba mucho qué ser de mayor, porque su mayor miedo era no ser feliz haciendo cosas que no le gustaran. Y nunca quiso decir qué sería, porque para ella un trabajo debía de ser perfecto. Eso significaba que tenia que ser algo, que pudiera realizar con gusto, aun sin que le pagaran por ello. Entonces llegó a su vida el voluntariado. Lo supo. 

Ahora su pasión se ha convertido en su oficio y le pagan por hacer lo que más le gusta. Pasando de ser la adolescente más joven del grupo de voluntariado de ocio. a la responsable de ese mismo área. La felicidad en ciertas ocasiones no se puede medir en Euros, aunque eso sea lo que piense la mayoría de personas que te rodean, y en ese sentido yo la entiendo mejor que nadie. Así que ahora compagina ese oficio de coordinación, con un grado superior en anatomía patológica y citodiagnóstico que se está pagando ella solita. Para terminar el periodo vacacional de verano, salió la semana de ocio para Almería coordinada conjuntamente con la coordinadora anterior. 

En los días previos, por diferentes razones el equipo de voluntarios se quedó varias veces cojo. Y así fue como yo pasé a formar parte de ese grupo. Pepe dijo que él se quedaría con mi padre para que yo pudiera ir al viaje del voluntariado. Me hizo mucha ilusión ya que desde hacia años mi servicio a la sociedad se había limitado a mi padre y mis sobrinos, que son los miembros más vulnerables y cercanos a mi. Y de pronto me encontraba con esta oportunidad que además podría vivir con mi hija. Acepté ilusionada. 

Teníamos que salir el domingo diecisiete por la mañana y el sábado fue mi cumpleaños, no podía recibir mejor regalo de la vida. Aun así, el día antes me puse tan indispuesta, que mi hija que era la única que sabía que mi amiga Bea vendría a casa con tarta y velas incluidas. Tuvo que llamarla y anular la sorpresa. Finalmente ella y Carlos vinieron más tarde cuando a mi se me pasó un poco los síntomas del ataque de ansiedad  y conseguí mantener el control emocional que no los físicos. Ya que la ansiedad de los días previos por dejar a mi padre detrás, añadida a que también me provocan estados de pánico el estar en sitios con mucha gente, hizo que se me desajustara el aparato digestivo y me cagaba como un mirlo lastimado en cuanto comía algo. Llevaba así cuatro días y no quería decirle nada a Lucy por no preocuparla. Sobre todo porque tal como caían los voluntarios y se quedaban cojos en el grupo, no deseaba poner la guinda al pastel el último día. Le dije a mi hija que iría con ellos así me tuviera que atiborrar de pastillas, cosa que no me gusta. No lo necesité. 

Pero el domingo por la mañana mientras Pepe nos llevó en el coche después de recoger a Alexa, que también iba de voluntaria. Tuve que ir haciendo ejercicios de respiración para no hiperventilar. Me sentía por dentro como una gelatina mal solidificada. Me suele pasar a veces, que tiemblo como un pollo salido del huevo mientras que los demás me ven como uno de pelea. Se me secaba la boca y apenas podía hablar sin que se me notase lo mal que me encontraba. No me podía permitir presentarme de ese modo. Así que aproveché cada instante del recorrido hasta el centro para reforzar mis barreras. 

Cuando llegamos a los aparcamientos de ASPACE ya estaban allí algunas de las familias de los usuarios y también algunos de los voluntarios. Casi la mitad del equipo éramos nuevos y no nos conocíamos. Así que terminé de transformarme y me despedí de Pepe acercándome al grupo de personas. Me olvidé de que en cualquier momento me cagaría literal patas abajo del estado de estrés; o quizás me ahogase antes con la huelga que mis glándulas salivales adoptaban. Y me puse a hacer lo mismo que hace Spiderman con las manos y las telarañas... pero yo con las glándula sublinguales a las que domino y hago trabajar a mil doblando la lengua sobre el paladar para dominar los síntomas físicos y notorios del estrés. Cuando digo que soy una dominadora, no me estoy marcando un farol, lo soy en muchos ámbitos y en el de superar la depresión con todos sus síntomas soy una de élite. 

Comencé a presentarme y a conocer a las personas que estaban. Entre ellos al chico que le había tocado de pareja de viaje a Lucy y también a Margarita que era mi pareja de viaje. Sus padres empezaron a decirme algunas cosillas al respecto sobre ella. Y decidí pedirles su número para hablarnos por WhatsApp y que estuvieran más tranquilos. Por protección de datos no se cuenta la enfermedad que padecen los usuarios. Solo diré que mi Margarita estaba allí en su silla de ruedas manual, entre sus padres, con la mirada perdida y sin inmutarse al conocerme. 

Al verla así me recordó a mi misma, inalterable por fuera, sin que los que me rodearan pudiera advertir ninguna de las emociones de vulnerabilidad que me azotaban por dentro. Fría como el acero por fuera, inmutable, escondiéndome dentro de mi. Y aunque no fueran las mismas razones, me vi reflejada en Margarita. Sentí que ambas merecíamos unos días únicos y que estábamos allí para disfrutar. Y a partir de ese momento, sentí que mi cuerpo empezó a destensar y que se relajaba en favor de ambas. 

Cuando todos estuvimos embarcados en el bus y los que iban en carros automáticos bien anclados, me senté en mi asiento junto a Margarita. No había terminado de anclarme el cinturón cuando ella me agarró una mano con las suyas y se las puso en su regazo. Me agarraba y no me dejaba terminar de poner bien la hebilla de sujeción. Entonces le dije que tenía que dejarme un instante para poder amarrarme y que luego ya le daba la mano. Mientras la miraba a los ojos ella de pronto se quedó parada mirándome también. Me soltó la mano. Me até. No hizo falta más vocabulario, ni mío... ni suyo. No me había enderezado en el asiento para ofrecerle de nuevo la mano, cuando me volvió a agarrar con urgencia y así fuimos hasta Granada donde paramos para comer y recoger a los dos voluntarios que faltaban. 


CONTINUARÁ...

Comentarios

  1. Muy grande.
    Y entiendo de sobras lo de tu hija pues tengo una que me ha echo llenar de relojes la casa para saber que hora es allí. Esta a once mil kilómetros, la ofrecieron un montón de sitios, incluido Harvard, pero ya tenia desde el principio decidido que se iría donde está y punto pelota. Menos mal al WhatsApp.

    Besos

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    1. Seguro que estás tan orgulloso como lo estoy yo de mi Lucy. Jejeje... lo del punto pelota también lo usa mucho mi hija sobre todo cuando su punto de vista no coincide con los los de los demás ;)
      Besos.

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  2. Veo ahí un poco de orgullo de madre :) ahora en serio, hasta que no entras en alguna asociación no comprendes las necesidades tan grandes que pasan algunas personas, no sólo monetarias, de cariño, de tiempo.. quizás es el estado el que debería llegar a todas partes pero, mientras eso no ocurra, es una suerte contar con gente como tú...

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    1. Lucy se parece más a mí de lo que ella misma cree. Y sí, me siento orgullosa de ver que es una versión mejor que yo. Nunca he intentado inculcar mis gustos, puntos de vista o mi forma de ser a mis hijos, más allá de decirles desde muy pequeños que no deben mirar a otro lado frente a las injusticias. Luego ellos cada uno a su manera han adaptado es principio a su vida. Y me siento orgullosa de ambos porque son buenas personas.
      En cuanto a lo que comentas, soy de las que piensan que no es cuestión de mandatarios, sino vas bien de responsabilidad personal. Si cada individuo fuésemos capaces de renunciar un poco a lo propio por el bien del otro, se conseguirían solucionar muchas injusticias. Pero el bien requiere un compromiso caro que pocas personas desean pagar de su parte propia.
      Honestamente y no por ponerme bien te digo que yo no me siento mejor persona por lo que hago, lo que me siento es afortunada de haberlo visto desde tan joven y poder ser feliz con ello. Porque lo mejor de hacer el bien por el prójimo es que también repercute colateralmente en tu propio bien. Llámese: ciento por uno, karma... o lo que sea
      👍😉😘

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    2. Karma o el poder mirarse al espejo cada mañana.. si, lo podemos llamar como queramos ;)

      Un abrazo

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  3. admiro a tu hija por su bonita vocación y por sus ideas tan claras. el tema económico no es el más importante en tus comienzos laborales, cuando estás tratando de encontrarte a ti mismo/a.
    me imagino lo bonita que fue tu experiencia, vi las fotos en insta. cuidar a los demás es complicado pero gratificante. supongo que con los padres es diferente, porque cuando hacen cosas que a ti de pequeño te habrían criticado, pues hay que hacer un ejercicio de paciencia considerable...
    y muy bien por ti, al dominar la ansiedad. tomo nota de esos ejercicios respiratorios.
    besos!!

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    1. Para Lucy el tema económico es muy importante. Su vida no es fácil porque desde que salió de la ESO se lo ha tenido que pagar todo sola. Mi casa económicamente va muy justa y poco puedo ayudarla. Ella trabaja para pagarse sus estudios, su perra y sus gastos personales.La mayoría de sus amistades tienen padres bien situados que cubren gastos a sus hijos que nosotros no podemos. Pero Lucy ha sabido arrimar las ascuas por si misma. Por eso valoro mucho más su valentía al renunciar a un puesto mejor pagado, cuando no le salen las cuentas para cubrir sus gastos. Es valiente y me enorgullece ver cómo se enfrenta a las situaciones.
      La semana tuvo de todo. Y este sábado salimos de ocio de nuevo a pasar el día. Aunque yo estoy aún de resaca de la semana pasada🤦🏼‍♀️😂
      Y lo de respirar y apretar la lengua más que en el paladar en el interior de los dientes superiores... a mi me funciona.😉😘😘

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  4. Me parece maravilloso lo que nos explicas, (excepto lo de irse pata abajo, claro).
    Se nota que has formado una familia en los valores de verdad, los que cuentan.

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    1. 😅😂😂😂 pues era literal... no veas. Por suerte se me pasó en cuanto me embarqué de lleno en la aventura.
      A veces me dan ganas de tirar la toalla y mandarlo todo al carajo. Luego pienso que la única manera de cambiar el mundo que tengo es cambiando los intanstes de los micro mundos de aquellos que me pillan más cerca y eso solo se consigue mostrando la verdad. Que somos personas limitadas pero con ganas de hacer cosas buenas para el bien común. No hay más. 😉😘😘

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  5. Qué bonito ver como alguien con tanta vocación como tu hija va encontrando el camino de su realización. No me pierdo la continuación de esta historia, qué ternura la conexión que tuviste con Margarita.
    Abrazos.

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    1. A Lucy desde pqueña ya se le notaba, y también el carácter. Pienso que justo por esa combinación de servicio y carácter fuerte han confiado en ella para el puesto.
      En cuanto a Margarita me ayudó con la paciencia, que es una virtud de la que escaseo, pero nos compenetramos bien y hubo momentos de complicidad que me sorprendieron incluso a mi. Trataré de contra algunas cosillas ;)
      Abrazos.

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  6. Qué bonito lo que nos cuentas Mento. La verdad es que entiendo bien tu entrada. En este tipo de voluntariados se obtiene un gran regalo, una conciencia más clara de cuánta ayuda hace falta y lo gratificante que es poder aportarla, sobre todo, porque podemos hacerlo. Besos :D

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    1. Siempre he pensado que lo que nos hace más humanos es aquello que hacemos incondicionalmente por los que no están en las mismas condiciones, ya sean físicas, mentales, circunstánciales, etc.
      Todos necesitamos vivir experiencias cívicas que nos acerquen, porque es una pena el modo en que perdemos valores de la base de la humanización después de tantos años de evolución. Ahora nos justificamos en no creer, en culpar a las religiones, los sistemas políticos y a quienes haga falta, por no admitir que renunciar a tu tiempo en favor de otra persona puede ser algo muy arriesgado... por lo que dices: una conciencia más clara.
      Pasas como ha sido mi caso unos días con personas de movilidad reducida, les ofreces tus piernas y tus brazos y ellos se donan a ti enteros, y la experiencia es tan reveladora que... igual nuestro modo de entender las cosas toma una nueva dimensión. Como descubrir que una misma es la que más ayuda necesita del grupo. Por eso yo nunca dejo de esperar en los demás, aunque con tristeza vea que la sociedad se inclina al yo y al circulo reducido de lo personal que se antepone a todo lo que yo he vuelto a vivir estos días.
      Besos.

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  7. Alabo el gusto de tu hija, y lo que perdió económicamente lo ganó en felicidad y enriquecimiento personal.
    El voluntariado es, creo yo, una de las experiencias más enriquecedoras y gratificantes que puede haber. Recuerdo mi etapa de voluntariado y siempre lo hago con una sonrisa en el corazón.
    Margarita supo ver a un alma afín en ti.

    Deseosa de la continuación.
    Besos, locuela

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    1. Ay rubia... por suerte hay cosas que el dinero no paga y que todavía permanecen ahí para los que las desean para si mismos. Si se tratara de una catequesis diría que el Señor da el ciento por uno... aunque no se vaya buscando ese tipo de beneficio. Otros lo llaman Karma. Pero lo cierto es que cuando hacemos algo desinteresadamente, la experiencia nos enseña que uno es quién más bien recibe.
      No estoy segura de si Margarita lo ha podido ver o no. Pero yo he tratado de que estuviera lo más integrada en el grupo posible y que no se perdiese nada.
      Besos.

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  8. Respuestas
    1. Jajajaja... eso dice su padre, pero en plan mal. Porque es una mandona de cojones y con un carácter de asco, porque hay que saber entrarle... y su padre dice que somos clavaditas. Pero sí, también tenemos nuestra buena veta y esa, aunque fina, merece la pena ;) :))))

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  9. Hola Mento , como ves por aquí también paso este blog esta lleno de ternura es lo que yo presiento , y en cuanto a lo de tú hija hizo muy buena elección por que lo que ella quiere lo quiere de corazón y en esta ocasión el dinero como bien dice chema amigo común es secundario , te felicito por tu cumpleaños con retraso , te deseo que cumplas muchos más y así de bien , si la de la foto eres tú , te diré que eres una mujer muy guapa por dentro y por fuera , y más por esa gran labor que haces por las personas que necesitan de alguna alma buena que los acompañe en su largo caminar por la vida , yo en casa también tengo un hermano con una minusvalía grande y yo soy coja a raíz de un trasplante de pulmón hace 4 años , y sigo en mi lucha y no me acobardo , desde hoy te sigo en los dos blogs soy la del arbol lleno de flores , te deseo un feliz fin de semana , y estoy encantada de conocerte.
    Te mando un fuerte abrazo y toda mi admiración.
    Saludos de flor.

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    1. Hola Flor, me alegra verte por aquí, he tenido este sitio cerrado un tiempo, pero es mi lugar de referencia en el universo digital. Aquí siempre vuelvo. Gracias por tus palabras, en ellas si que veo yo una mujer abierta, sincera y con buenos sentimientos.
      Sí que soy yo la de la foto, sin maquillaje, sin filtros y sin rizos en la cara que me la medio tapen, jajajaja. Curiosamente cuando tenia veinte años no asomaba la cabeza al mundo sin pasar por chapa y pintura, mientras que ahora, me unto protección solar y va que chuta... he liberado las pecas, las arrugas y la flacidez si no me rio. Lo graciosos es que me veo namar de mona ahora más que antes que si que lo era, jejeje. Lo de mona lo dejo a interpretación. ;P
      Me gusta leer eso de que no te acobardas, solo las personas que llevamos una intensa lucha adelante, sabemos del VALOR que se requiere para no tirar la toalla. Me da la sensación de que tienes el coraje y la fortaleza que se necesita para ir adelante con las cosas personales que me cuentas. Mi vida cambió mucho en 2017 cuando mi madre murió y me convertí en la matriarca de mi clan, y se que cuando la salud nos falla, la lucha diaria se vuelve más cuesta arriba. Mucho animo y valor amiga mía, y alegría que también se necesita porque sin momentos de complicidad y sonrisas, si que es imposible.
      Yo también te he estado leyendo, y me alegro de poder seguir haciéndolo cuando me conecte al pc, porque el móvil suelo usarlo poco, más que nada por no hacerme dependiente... que esto de estar conectados engancha más que un vinito peleón.
      Un fuerte abrazo.

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