WAY de DOS HERMANAS Y LOS AMIGOS DE ASPACE SEVILLA.

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La siguiente salida clásica fue al centro comercial WAY. En aquella ocasión les tocó el turno al grupo de adolescentes. Estos si que son peligrosos cuando vamos en este tipo de salida. Porque van sin frenos. Son más revoltosos y a veces cuesta seguirles el ritmo. Y no veas lo que les gusta un pingoneo solos en el centro comercial.

Ese día no sacamos foto de la hora de la comida. Porque comimos en uno de los restaurantes de la zona, en la terraza, pues dentro no había sitio. Y no veas el viento que hacia fuera. No salimos volando de milagro. Pero eso si, nos reímos mucho. Yo no llevaba chaqueta y Lucy me dejó una suya morada que no me cerraba, claramente, parecía un embutido. Además en algún momento perdí la gomilla que suelo llevar en la muñeca y no veas la que me dio el pelo, todo asalvajado y revuelto. 

Después de comer, como es costumbre los usuarios expusieron lo que querían hacer. Los que eligieron ver tiendas, formaron un grupo y los que querían recreativos formamos otro en el que me incluí. Los de mi grupo estuvimos en la sala de juegos. Lucy fue a comprar las fichas y le hicieron una oferta, además nos atendieron muy bien y  el de mantenimiento  nos facilitó una actividad que tenían cerrada, porque era la que querían usar.

Me siento muy orgullosa de ser la madre de Lucy cuando la veo gestionar tan bien su trabajo. Lo profesional que es cuando debe serlo y con ese toque exquisito de humanidad que pone. No me extraña que todos los usuarios, de cualquier género y edad quieren participar con ella en las actividades. Siempre se pone en el lugar de ellos y trata de que realicen aquellas cosas que desean hacer. Que hay que jugar a los discos, se juega cada cual en la medida de sus posibilidades. Que a Javi le encantan los videojuegos y le hacía ilusión entrar en la máquina...   Con dos ovarios, le dijo que iba a ver si se podía. Pidió permiso al responsable y dijo que su parte no había problema. Me daba miedo que se lastimase, pero tiene la fuerza de cualquier hombre y supera a la media. Cogió a Javi a pulso y se metió con él en la máquina.  No veas lo bien que lo pasó, él sabe que con Lucy está seguro y además es una buena compañera para hacer cosas extraordinarias. 

Quedamos a una hora concreta en un punto, para encontrarnos los dos grupos. Siempre tratamos de que sean lo más independiente posible, porque de eso también se trata. De que sientan que pueden por si mismos hacer cosas y quieran ir más allá sin la protección constante de sus mayores. 

El grupo de las tiendas habían tirado la casa por la ventana y traían muchas bolsas comerciales. Las chicas de los trapitos, las llamo yo. Y entonces llega el turno de que nos enseñen a los demás que han comprado. Y el otro grupo cuente que han hecho. Nos enseñamos las fotos que hemos hecho, etc. Respetando los turnos de palabra y escuchando a los demás en las diferentes formas que tienen de expresarse. 

A una hora determinada termina la salida del sábado y los familiares vienen a un punto de encuentro a recoger a los chicos. Las despedidas siempre son animadas, porque sabemos que van a repetirse. Ojalá hubiese más colaboraciones económicas en el centro, para que se pudieran dedicar al ocio. Tan necesario para todos. Pero los recursos económicos se suelen invertir en otras áreas que suelen también ser necesarias. También se necesitan más personas jóvenes implicadas en el voluntariado. Sobre todo para cuando son las salidas de los adolescente. Porque aunque voluntarias de mi edad, tengamos un espíritu joven, no dejamos de ser el perfil de la mamá. 

Aquí la publicación que el centro hizo sobre nuestra salida de ese día. La loca que hay bajo el revuelto de pelo gris en la puerta del recreativo es la menda que escribe, jejeje...

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