Añoranza.

"Usted a tenido que aceptar privaciones. Eso curte, conforma el carácter". 
(Libba Bray).

En cierto modo si que me he conformado. Cuando pierdes... no queda otra que aceptar la derrota, recoger los restos de arrojo herido... y seguir viviendo. Me pasó cuando te fuiste. Me ha pasado cada vez que la vida y las circunstancias me privaron de alcanzar mis metas. Pero sigo aquí. Aun permanezco en pie. Aun resisto a la tentación de descansar por voluntad propia, aunque hace años que vivo cansada de vivir. Puede que me haya conformado, pero no pienso callar mi verdad. Aunque no se entienda. 

Esta ha sido una semana dura. Me cuesta romper. Aunque el dolor y las lágrimas siguen ahí dentro acumulándose. En algún momento estallaré y seré como cualquier hijo de vecino en una situación de total vulnerabilidad. Pero hoy tampoco será. No me lo puedo permitir .

El suicidio de Antonio me ha afectado de un modo diferente. Me pregunto si acaso ese no sea también el motivo por el que me estoy quedando sin pelo. El caso es que ha sido una semana de mierda. De ser bisonte sin manada. De apretarme hacia dentro y de seguir caminando. De echarte mucho más de menos y de desgastar mi energía añorando tu abrazo. El calor de tu pecho. Imaginando qué dirías, que harías, si tu propia vulnerabilidad no sería la que sacase mi parte más fuerte. Cómo solía pasar. 

Especialmente te añoré anoche. Lucy volvió de Oporto y cuando me vio, se echó las manos a la cabeza y me dijo que me llevaba en ese mismo momento a urgencia. Fui por no escucharla. A estas alturas de mi vida ya es que me la pela todo. Que Me quedo calva... me hago yo misma una peluca. Total... Ya tengo experiencia haciéndola a las muñecas. 

Recordé como llorabas a escondidas cuando te pasó a tí con lo del tiroides. Recuerdo lo que sufriste. Y yo, que nunca he dado tanto valor al pelo como otras mujeres, lo sufrí por tí. Te decía que te compraría diez pelucas y que con mi pelo te harían una.  Pensé en ello anoche cuando al volver del médico me metí en el baño tijeras en mano y me corté la melena antes de aplicarme el corticoides.  Creo que me seguía doliendo por tí, porque como te he dicho a mí ya me la pela todo.  Si el tratamiento no funciona y esto sigue al mismo ritmo al final de semana me rapo y a tomar por culo. Yo no voy a derramar ni una sola lágrima. 

He aprendido a ser mucho más que una imagen. Qué una madre, que una hija, que una esposa, una hermana o una tía, más que una amiga y más que aquella que los demás creen que debo ser, o alcanzan a ver. Voy hace tiempo por delante de todos los cánones establecidos. 

Lo único que no consigo dejar atrás es esta puta añoranza de tener un lugar en el mundo dónde apoyar mi cabeza y respirar. Echo de menos eso. Mi lugar de descanso.  Los pechos que me amamantaron y que siempre fueron un refugio seguro donde encontré descanso al volver de todas mis batallas. Hoy me he de conformar con este absurdo modo de escribir en este blog sabiendo que nunca lo leerás y que he de respirar con el viento azotandome el rostro y sin un lugar dónde apoyar mi cabeza.