A menudo

©Thomas Saliot

"Parte de la resiliencia es decidir si vas a sentirte miserable por algo que importe, o si decides sentirte miserable que no importe." (Elizabeth Edwards).

A menudo echo de menos aquella que fui. La que soy, cuando el peso de mis responsabilidades no me mantiene pegada a quien debo ser. Son en esos momentos,  que noto aún más tu ausencia, el lugar del que nunca hubiese querido partir, si de mi dependiera la elección. 

Lo abrupto del presente me golpea con su implacable realidad. Y soy consciente de lo mucho que deseo creer en una relativa, que amortigüe tanto caos que hay sobre mis hombros. 

Cada vez más...  te echo de menos. Lo sé. Nunca más seremos... aunque siempre lo seamos en mi. Porque en mi corazón de niña, siguen marcados los latidos del tuyo. Siguiendo ese ritmo que me enseñó a seguir tu corazón malherido. 

Crecí con un miedo implacable a la soledad. Ahora la peleo cada día como el mejor de los púgiles, aquel que ya no siente los golpes de tantos que ha recibido. Cada noche sobre la lona, la derrota ya no me vence, la que soy murió hace muchos combates y todas mis victorias con ella quedaron en recuerdos que ya no deseo conmemorar.

Si, a menudo sigo echándome de menos. La cuestión es que ya casi no me recuerdo.