Miradas que hablan.


"Si quieres fingir cobardía para conocer la estrategia de los adversarios, primero tienes que ser extremadamente valiente, porque sólo entonces puedes actuar como tímido de manera artificial". (Sun Tsu)


He crecido, madurado y hasta envejecido si me comparo con esa niña que tenía casi cuatro años; pero conservo la misma mirada. No me canso de mirar de frente y con nobleza a la adversidad, pero si la cosa se complica... me sale del mismo modo,  sin dobleces,  la bestia que nos habita.

Se puede ver, claramente, el gesto de enfado que ya manifestaba a tan corta edad... y en eso tampoco he cambiado. Sigo igual de transparente aunque quien tenga enfrente sea incapaz, por sus retorcidos juicios, de ver la realidad de mis estados. Nunca he sido de disimular, como mucho he tratado de guardar silencio y ganar con ello prudencia para vencer a la temeridad de aquellos actos que tenemos quienes atajamos buscando soluciones.

Con respecto a la imagen te diré que esa fue la foto oficial de la guardería. En aquella época te la hacían la primera semana, sin periodo de adaptación ni hostias. Los de mi quinta seguro estáis aguantando la risa al recordar algo parecido. Llegaba el fotógrafo y te sentaban en la misma clase para hacer la foto. Empezaba a llorar el primero y ya todos salían con los ojos brillantes y la nariz coloreada aunque las fotografías fueran en blanco y negro. 

Yo no lloré. Tengo recuerdos, muchos, de cómo me sentía en mi primera etapa. Era una niña tímida, más bien retraída e inocente,  era algo llorona... pero las lágrimas solo eran para casa. Me costaba mucho entender la actitud de algunos adultos y si lloré fuera de casa alguna vez... solo fue por impotencia. Aquella no fue una.

Mi madre refería a menudo aquel acontecimiento de mi vida que ella no vivió en primera persona, solo de oídas por haberlo escuchado en boca de la profesora. Tenía esta misma fotografía a tamaño grande y en color colgada en la entrada de casa. Era lo primero que encontraban quienes nos visitaban,  jejeje... mi madre solía contar con tinte de humor la anécdota de la foto a quienes llegaban por primera vez. Yo nunca le vi la gracia hasta que me hice mayor.

Fui de las últimas en ser fotografiadas con el llanterío de mis compañeros de música de fondo. El señor con su cámara en el trípode que tratando de ser simpático me dijo algo referente a mis ojillos verdes y mis pequitas, animándome para que sonriera y no fuese  a llorar. Yo que no estaba dispuesta a hacer ni una cosa ni otra le respondí que no tenía ganas. Él que preguntó por qué no sonreía. Yo respondí que no quería hacerlo y me puse más sería. Hubo varios intentos más en los que ya no me pronuncie más que poniendo la cara más recia. La profesora interfirió diciendo que era mejor que sacara la foto así, antes de que fuese también a llorar como el resto. A lo que yo con aquella cara, por si aún no lo habían captado, lo expresé también en viva voz. "Ni voy a llorar, ni voy a sonreír". 

Y a dónde pretendo llegar con el post de hoy. Pues... jejeje... Que esa es la misma cara (con algunos años más y un septum) que se van a encontrar algunas personas cuando decidan asomarse a mi vida. Porque para bien o para mal sigo siendo esa niña que hace lo que quiere y trata de encontrar su estado perfecto en mitad del caos más imperfecto.

Comentarios

  1. Lo cierto es que esa cara es una declaración de intenciones, serena, consciente, lúcida, se nota que sabias donde estabas y trasluces que solo contaran contigo si tú querías... pues muy bien, me alegro que esa niña siga siendo fiel a sus principios. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi abuela materna decía que yo nací ya mayor. Aunque yo recuerdo mi infancia cargada de miedos e inseguridades y esa máscara que terminó por fusionar más tarde con mi personalidad.🤦🏼‍♀️☺️☺️☺️
      Beso!!

      Eliminar
  2. No , si ahí,
    apuntabas
    maneras
    de mala
    leche .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo sabes tú bien😂😂😂
      Naaaa...soy un algodón de azúcar cuando no me tocan las narices 😁😁🤪

      Eliminar
  3. Una cara desafiante, de aquí estoy yo.
    ;))))
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que no entendí nunca fue la razón por la cuál mi madre tenía esa fotografía en el recibidor. A mi de mayor me hacía gracia, mis amigos decían que era el equivalente al azulejo de"cuidado con el perro, muerde"
      😁😂😂😂
      Besos!

      Eliminar
  4. Je, je.. A mi hija pequeña le ocurría algo parecido y tengo una foto igual que esa, suya. El fotógrafo se empeñaba en que sonriera pero ella...

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me da que nos han traumatizado un poco a todos con ello. No hay más que ver en las fotos del DNI que a la mayoría no nos reconoce en ellas ni la madre que nos parió.. 😁😂😂😂
      Besos!!

      Eliminar
  5. yo sí que lloré en mi primer día de párvulos, y mucho. :D
    la foto es muy bonita. mirando tu boca se te ve seria, pero mirando tus ojos se ve algo bonito que subyacía...
    desde luego, para salir con una sonrisa forzada, es mejor salir serio/a.
    debemos tener telepatía, porque hace un rato me ha dado por mirar los mensajes que nos hemos intercambiado por insta (que son muchos!), y poco después he visto este nuevo post. pues el caso es que en uno de esos primeros mensajes que me escribiste, usaste la expresión "me sale la gitana", y fue antes de que publicaras en este blog una entrada con ese título. ;)
    besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 😅😂😂casualidadesquizás...
      Ya te contaré en audio ( porque no veas que difícil es escribir con el meñique) la jarra llorar que me pegué en mi primer día de cole.
      Esto era la guarde de pago, mi madre me apuntó el curso antes para que me hiciera a ello.
      En la boca es donde más se me nota el cabreo,ya que siempre he sonreído mucho .
      Lucy en cambio era una niña tela de sería y antipática... En la foto de la guarde se lío a patadas con todo dios y yo que en el fondo la entendía no sabía donde meterme. Vamos ...que no se la hizo🤦🏼‍♀️😁😂😂
      Beso!!!

      Eliminar
  6. Yo también recuerdo ese día, obligándonos a sonreír porque es lo que toca. Joder, no sabíamos la de mierda que se nos venía encima...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, se empieza por pequeños detalles y al final hay hasta quienes terminan en el cirujano plástico para implantarse la sonrisa... Ojalá nos dejaran ser libres desde el principio en tantos detalles innecesarios que nos implantan porque toca según las normas establecidas 😉😘

      Eliminar
  7. He cargado esta entrada en un programa que uso para ver las actualizaciones de los blogs, y al principio sólo he visto la foto. He pensado justo eso, que esa mirada no era la mirada de una niña. Es una mirada que te traspasa, hay una determinación, una fuerza que es raro ver en alguien tan pequeño.

    En las fotos de m infancia siempre salgo con cara de susto... ahora tengo la misma cara pero más envejecida, como que pierde la gracia ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Con cara de susto? Uhmmm ...¿ y por eso te pusiste al otro lado?
      Mi abuela, la que decía que nací ya vieja, también decía eso de que tenía una mirada que traspasaba.
      Pienso que sin querer adopté esa mala costumbre de mirar con intensidad porque estaba tan asustada que no me quedó otra que mirar de frente 😉☺️😘

      Eliminar
    2. Cuando el mundo es tan grande y eres tan pequeña es mejor aparentar que no te da miedo, sí... La cara de susto, no sé, nací con ella.

      Eliminar

Publicar un comentario

☝💬 Las palabras liberan a las personas, deja escrito lo que piensas. Se admiten todo tipo de opiniones, consejos y críticas. Luego ya veré si lo publico...
... o no 😉.