Tenía que ser Lucía García.

 

DE LOS CREADORES DE:

"CUANDO TRATARON DE ENVENENAR A LUCÍA GARCÍA" "EL DÍA EN QUE LUCÍA GARCÍA CASI QUEDA ELECTROCUTADA". 

NOS LLEGA AHORA:"EL DÍA EN QUE LUCÍA GARCÍA SE CLAVÓ UN DESTORNILLADOR EN EL OJO".


Puede que leerlo así suene a coña, pero nada más lejos de la realidad, estas son las cosas que vivo cada día siendo la madre de Lucía García. 

La última ha sido hace un par de semanas (y la tercera en lo que va de año, que ya manda huevos). Mientras hacíamos la mudanza de intercambio del abuelo por ella (que consiste en que Lucy se va a casa del abuelo y él se queda en la nuestra en la habitación de ella) tuvimos el último percance con un tornillo que se resistía a entrar del todo, a salir, o a hacer cualquier cosa que no fuera dar por culo. Desde el suelo lo golpeé con el martillo sobre el destornillador y entró un poco. Entonces Lucy que estaba subida a la escalera dijo que desde arriba hacia más fuerza (cosas de mujeres empoderadas y brutas). El caso es que no me había dado lugar de girarme y dar la espalda al marco de la puerta. Cuando escuché decir a Iván: "hermana asi te vas a clavar el destornillador" y luego todo fue como vivir una realidad paralela. 

Lucía primero se quedó quieta y callada sujetándose la cara, no respondía al preguntarle. Pasaron unos segundos que no sabría cómo contar y en torno a ellos se formó la tensión. supe que el caos se iba a desatar cuando ella dijo que había que ir al hospital y pasó. 

Lucía gritando y llorando diciendo que no veía, Iván bloqueado, el abuelo ya desorbitado y yo tratando de que abriese el ojo para ver si había perforado también el globo ocular. No hubo forma. Solo se veía la sangre y la herida externa en el párpado superior. El destornillador había dado en el puente de la nariz y entrado por debajo de las gafas, pero no había forma de calcular el daño más allá de que Lucy decía que le dolía. 

Cogí el móvil, donde llevo la documentación y la llave del coche, la agarré del brazo y la llevé para afuera mientras daba instrucciones a Iván para cuidar al abuelo. Llegando a la puerta de la calle Pepe que volvía de tirar la basura, cuando se percató de lo que pasaba, como ya me esperaba, perdió el control maldiciendo, agarrándose de los pelos y dando más saltos en el mismo sitio que el mono de Kung Fu Panda. Le dije que se quedara con los otros dos e hice la carrera de mi vida pilotando el "car". 

Tenemos el hospital a siete minutos. Pero se hace más largo que el peregrinar del pueblo de Israel por el desierto cuando vas con una urgencia. Cosas de la vida ya me ha pasado varias veces el tener que conducir en situaciones críticas camino del hospital. La última cuando mi padre se calló y no solo se echó la cara abajo, sino el hombro fuera. La peor... con Iván con diez días ahogándose con la saturación bronquial. 

Pero esa noche con Lucy además tenía que transmitirle una calma que no tenía. Cada vez que me decía que no podía abrirlo, pensaba en que se hubiese dañado algún nervio, y tenía que decirla que no se preocupara que todo iba a estar bien. Que eso era que estaba asustada pero que no podía adelantarse hasta que no la vieran, que esa zona era muy dolorosa.  No paré de tratar de calmarla mientras buscaba el modo de calmar mi infierno interior. 

Por dentro quería morirme. Tenía miedo. Quería todo eso para mi y quitarlo de mi hija. Cambiar cualquier situación para ella a merced de mi. Pero esas cosas solo pasan en nuestras cabezas. Como querer ver el daño real que tenía... como si el hecho de poder abrirle el ojo y mirar fuese a ser la solución. No tenía ningún control de la situación, solo tenía el control del volante y de mis emociones. No podía dejar ver el miedo que sentía. Aunque sé que Lucy se percató de ello cuando me salté la glorieta del hospital y tuve que ir en sentido contrario en la siguiente. 

La urgencia del hospital hasta la calle. Mal no... lo siguiente. Nadie salió a atendernos. Cogí un carro y senté a mi hija para llevarla. Nos tomaron los datos y entre la multitud sientes lo que es la desesperación cuando el inútil del mostrador de admisión te dice que has elegido un mal día para clavarte un destornillador en el ojo porque no hay oftalmólogo.  No le saqué los dos suyos en un acto reflejo porque estaba demasiado preocupada por mi hija. No puedo con los que no saben más que soltar mierda por la boca en los momentos menos oportunos. "To" su puta madre.

Y luego está ese tiempo como muerto. Sin presente, pasado ni futuro: Pasan los minutos, llamo a mi hermana para que traiga a Pepe, me voy a llevar a mi hija al otro hospital. Pierdo la paciencia mientras espero que lleguen o que nos atiendan y me cuelo en el triaje harta de que nadie haga nada. Mi hija me pide que no la lie. Lamento no poder hacerle caso, ahora soy una madre cabreada. Me dicen que tengo que esperar y le digo a la doctora que todos estamos de urgencia pero que mi hija se ha clavado un destornillador en el ojo y no voy a dejar que nadie pase delante de ella con un pie roto. La atienden en el acto. Y por fin tuvimos un diagnóstico medio fiable. 

Por suerte y gracias a Dios, no hubo daños irreparables. Aunque seguimos pasando un calvario, yo en la sala de espera, su padre en la calle, y ella dentro mientras le cosían el párpado. 

Estas son las cosas que me sobrepasan de tener hijos. No importa lo capaz que seas para asumir riesgos, ellos y sus historias. siempre te terminan por poner en situaciones límites a cualquier edad... cuando piensas que has salido de la etapa de la niñez y la adolescencia, llega otra aun peor. Una en la cual te necesitan cada vez menos hasta que llegan situaciones inevitables.

Hacerse mayor es una puta mierda en todos los sentidos y para casi todos los perfiles... pero es lo que hay. A veces me gustaría poder volver atrás y sentir que puedo tener el control, aunque nunca lo haya tenido totalmente... 

Comentarios

  1. Que bella
    estabas
    ahí, y tú
    hija .
    Como está?
    cualquiera
    dirá , que
    todo esto,
    te sirve
    para un
    guion,otro
    día nos
    cuentas
    lo del
    veneno
    (suena
    conspirador)
    y lo de la
    corriente .


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    1. La culpa de que esté tan guapa en esa foto la tiene mi hijo Iván, estaba de siete meses de gestación ☺️
      Lo de Lucy es para escribir un libro. Aunque claro... tiene a quien salir. Me recuerda mucho a mi con su edad. Y también la envidia que se crea en torno a ella, me hace gracia cuando dice que las cosas que le pasan es por culpa de las cuatro hijas de putas que la odian, pero que piensa ver cómo todas revientan de envidia, antes de verla a ella palmar. Me hace muchísima gracia porque no podía ser un comentario más propio de su puñetera madre.

      Pero sí, hemos tenido unos sustos bastantes serios. Si me deja los contaré. Porque por aquí pasan a alcahuetear alguna que otra persona de esos círculos que no nos son gratos ni a ella ni a mi 🤪

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  2. no sabes cómo lo siento. :( sobre todo teniendo en cuenta que a lucía siento que ya la conozco aunque sólo sea un poquito, por las cosas que nos has contado de ella. admiro su fuerte carácter y su iniciativa.
    espero que se cure pronto y que no le quede cicatriz. vaya contestación más estúpida la de "has elegido mal día para...". como si tener un accidente doméstico fuera algo que uno eligiera.
    como madre habrá sido muy duro para ti también, me lo puedo imaginar.
    abrazo enorme y cuéntanos cualquier novedad. :*
    p-d: la foto es preciosa...

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    1. Lucy es bastante especial cuando la conoces. Al principio crea un poco de rechazo porque es una chica con mucha personalidad y aparenta algo que se puede interpretar de arrogancia. Pero no es así. Es una tía muy segura de si misma y eso a veces es difícil de encajar. Solo hay algo más grande que su ego en su personalidad y es su buen corazón. No lo digo yo, lo dicen todos los que la conocen. Tiene una personalidad complicada tan suya como volcada en los demás
      Por suerte no fue tanto como temí. Y parece que le han dejado muy bien sellada la herida. De hecho me contó que el ATS no se lo hizo como había mandado la doctora, para bien del párpado de Lucy. Pensamos que apenas va a quedar marca. La verdad es que se libró de una buena.
      En cuanto a la foto pertenece a una tirada que nos hicimos esa tarde de agosto. Yo había estado lavando toda la ropa de cuna del futuro bebé y Lucy ayudando. Y luego nos sacamos juntas algunas fotos que conservo con mucho cariño. Tenemos una complicidad pizpireta ambas desde el principio de nuestros tiempo ☺️🤗

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  3. Bueno lo que importa sobre todo es que no ocurriera lo peor y terminará bien y ella vuelva a lo que le gusta y que ya conocemos por ti. Siempre digo que desde que las saqué del hospital en aquel cesto de mimbre no he vuelto a dormir igual. Pero luego en los malos ratos solo con pensar en ellas ya se te alegra la pajarilla.
    Me alegro muchísimo que la cosa no fuera tan grave.
    De todo corazón y de padre a madre.

    Un beso.

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    1. Gracias Erik. De hecho con el ojo cagado y todo no ha pedido baja. Teletrabajó al día siguiente y este fin de semana se encuentra en el Rocío llevando a un grupo en actividad de inclusión. En ese aspecto estoy muy orgullosa de ella y del coraje que pone frente a las adversidades.
      Sabes... yo nunca quise tener hijos. Los tuve por Pepe, pero de haberme casado con alguien que no tuviera interés en ser padre, no creo que me hubiese animado. Tuve a mi hermana con quince años. La crié como mía. Y ya tenía claro que un hijo era una responsabilidad para toda la vida que no me dejaría dormir ni un día más igual. Sin embargo cuando nació Lucy fui yo quien quiso tener al segundo. No quería que fuera una hija única como me pasó a mí. Y ambos me han dado muchos momentos de felicidad como dices. Basta pensarlos y el peor de los días se ilumina. Pero no deja de ser un reto cada día que a mí me resulta agotador. Y más teniendo también como tengo a mi hermana con sus cuatro críos. De algún modo soy la madre de todos, de los que parí, la que crié y los que ayudo a criar y es un sinvivir cuando hay tantos y cada cual con sus historias y una que se preocupas por todo como si estuviera en nuestras manos la solución.
      En ocasiones me pregunto cómo lo hacían las generaciones que tenían trece y catorce hijos, como mi abuela paterna... y no perdieron la cabeza en el proceso.
      Un beso.

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  4. Menos mal que al final la cosa ha ido bien. Vaya susto!
    Un hijo es una responsabilidad de por vida y sufres por ellos así tengan 50 años.
    Me alegro no haya sido algo más serio;podía haber perdido el ojo, solo de pensarlo me entran escalofríos.

    Beso, guapa

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    1. Lo cierto es que fue un susto muy grande. Por suerte solo ha quedado como una anécdota más de la que aprender. Pero que mal se pasa, amiga mía.
      Beso, guapísima.

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  5. qué foto más bonita, esas miradas cuentan ellas solas una historia...

    No nos damos cuenta de lo frágiles que somos, ¿verdad? De como nos cambia la vida en un chasquido de dedos. Deberíamos, cada vez que tomamos una herramienta entre las manos, dedicarle treinta segundos para pensar si lo estamos haciendo bien... bueno, con una herramienta, y con cualquier cosa en la vida ;)

    Un abrazo

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    1. Las fotos nos la sacó mi marido con una cámara de esas compactas que tenía por entonces. Las tengo todas en papel. Y les tengo mucho cariño porque fue la primera vez que Lucy y yo hicimos algo juntas preparando la canastilla para el hermano. Desde pequeñaja siempre hemos sido muy cómplices las dos :)
      Y sí, no nos damos cuenta hasta que es inevitable, cosas de humanos....
      beso!

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  6. Joder, Mento, qué angustia.
    Siento mucho el susto y el mal rato. Espero que se recupere pronto, y tú también, aunque con hijos ya sabemos que solo queda esperar la próxima.
    Muchos besos.

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    1. Pr suerte la cicatriz cuando pase un poco de tiempo y desinflame apenas se notará. Pero sí, joder, que susto, todavía lo pienso y me tiemblan las rodillas, aunque ahora Lucy y yo (que nos reimos de todas las desgracias) nos partimos de la risa recordando los detalles. Somos un desastre.
      Besos!

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  7. Dicen que la mayoría de los accidentes son domésticos. Será verdad. Y si no que se lo digan a los hospitales, a urgencias. Menos mal que no fue para tanto.
    Abrazos!

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    1. La mayoría, por no decir casi todos, sí. Lucy iba en el coche toda alterada diciendo que le daba vergüenza tener que decir que se había clavado un destornillador en el ojo. Yo le decía que no se creyera tan importante, que seguro no era la primera en hacerlo en urgencias. Pero es que la pregunta de la medica fue la hostia, le preguntó nada vez verla que si había sido queriendo o accidental. A partir de ahí... ya puedes imaginar las de cosas que verán en urgencias.
      Abrazos!

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  8. Me he fijado en esta entrada por la fotografía, que casi uso una igual yo en la entrada que tengo colgada, pero me he puesto a leerte y .... maaadre de DioosS! qué trepidante y angustiosa, cuánto siento el sustazo que debísteis llevaros, afortuadamente como tú dices, no hubo daños de consideración, pero pobre Lucía! espero que ya esté recuperada del todo y no le haya quedo cicatriz del percance, aunque ya sabes, las cicatrices son marcas de lo que se ha vivido y eso es siempre bueno.. aunque mejor que no se haga más. Un placer MENTO y que lo que queda de SS discurra lo más en paz posible.. a Lucía átala o ponle un vestido buzo de gomaespuma que la proteja ; )

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    1. La verdad es que nos llevamos un buen susto. Y gracias a Dios no ha dejado daños no físicos, no estéticos. Pero uff... Que mal rato pasé.
      Ser madre debería estar considerado una profesión de riesgo. 🤦🏼‍♀️😁😁
      Y mi Lucy coma siempre ha sido tan tirada para delante y curiosa, no veas las de sustos que me ha dado a lo largo de la vida. De niña siempre.andaba escayolada o escacharrado. Con decirte que en hospital un día nos abrieron un protocolo de detectar malos tratos. Porque en la.misma semana fuimos con ella tres ves y con el hermano (gracias a sus inventos) dos. Luego tuvimos que explicar que vivíamos en el campo y que siempre andaban como el.niño de trazan de árbol en árbol, no veas 😵‍💫😂😂😂😂
      Beso!!

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