Crónica de una muerte anunciada.

©Thomas Saliot

 "Todo individuo debería libremente poder elegir cuándo parar el mundo y apearse con dignidad de él" 
(la menda que escribe)

Desde los comienzos, los animales han hecho la guerra entre ellos. Llamémoslo instinto territorial, instinto sexual, instinto de supervivencia, poder, avaricia, hedonismo, hay tantos nombres como justificaciones quieran nombrar. 

El ser humano socializado hizo del arte de la guerra un medio más que ha ido modificando a conveniencia a lo largo de su evolución. En el mundo se lidian batallas cada día. Algunas actuales, muy mediáticas donde el lucro, es esa parte, de la que los medios no hablan nunca. Otras se heredan de una generación a otra como si fueran una genética implantada de nacimiento. Y todos asentimos intentando hacernos notar lo menos posible. 

Las peores batallas se lidian en silencio. Son esas en las que el  enemigo es parte de uno mismo. Y el campo de batalla se mina de opiniones y juicios de aquellos que no entienden y van dejándolas caer a su paso, sin ser conscientes de su aporte y consecuencia. Es la guerra más dura, deja las vísceras desparramadas sin que periodista de guerra alguno pueda cazar la imagen. Solo a posteriori, algunos casos son noticias. Otros solo son una estadística... Hoy en España esta es la estadística real: una persona se suicida a cada hora y cuarto. 

Afortunadamente después de morir no tienen que escuchar la burda de conversaciones que se abren camino entre sus conocidos, ni las opiniones... ya descansaron. Para muchos otros es peor estar vivo, ser un enfermo con pensamientos suicidas, y tener que ser participe de ellas. 

Últimamente, cada vez más, deseo dejar al margen mi propia guerra. He llegado a un punto en que el desgaste de la ofensiva ha consumido de tal modo mis réplicas que... no deseo continuar. 

No me parece justo tener que seguir viviendo cuando uno no desea ya  hacerlo.  Pero no hay guerras justas y esta sociedad, cada vez más, se deshumaniza en filosofías globales, se justifica en religiones, en conciencia de buenísmos grupales y en políticas donde el honor y la dignidad del individuo no se respeta. No es delito el suicido. Pero la mayoría de los que terminan por optar por este medio de descanso, son sometidos a injustos juicios tal como si de criminales se tratara.

Me gustaría decir, ahora que todavía puedo, que cuando llegue el momento... Todas sus opiniones se las pueden meter por donde les quepan.  Porque no pueden entender las razones de una mente enfermiza, ni sus determinaciones. Esta sociedad aún no se lo ha tomado lo suficientemente en serio. Hacen con nosotros como con otras guerras que no son tan sensacionalistas, corren un tupido velo. Las aíslan a un lugar catalogado que pareció correcto y dejan a los implicados combatir con las armas que tienen a merced de la suerte o el destino. La locura lo engloba todo, como nombre y sinónimo parece lo suficiente  apropiado, luego añaden medicación por un tubo de SOS...  

... mejor juzgarnos cuando ya no estemos.  La compasión, tampoco nos sirve para entonces. 



Comentarios

  1. Venía con la intención de decirte que me alegraba haberme encontrado una nueva entrada tuya, hasta que te he leído y me has dejado un nudo en el estómago.

    Creo que nuestra sociedad no esta preparada para admitir ciertas cosas. Hemos construido un mundo en el que todos deben "aportar" algo, deben "producir", y cualquier cosa que se salga de ahí es vista como una especie de amenaza. Faltan medios, falta ciencia pero, por encima de todo, falta empatia. No sé que decirte, sólo te mando un abrazo por si sirve.

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  2. ¡Después del burro muerto... La cebada al rabo!
    dicen en mi pueblo.

    No hace muchos días mis cercanías me preguntaban; ¿incineración o no? y yo como de costumbre decía que me da lo mismo que hagan lo que quieran no me preocupa en absoluto. No me voy a enterar, creo...

    Yo solo quiero que me dejen tranquilo. Pero eso es difícil de que ocurra, Siempre he ido por libre y eso quiero seguir haciendo, pero se que no me van a dejar.

    ¡Yo solo quiero vivir! y si no pudiera ser, que no se empeñen en intentar areglos que no van a ninguna parte.
    Ahora me voy a ir una semana de cachondeo y se que en esa semana no me van a dar la coña con intentos de arreglos que nunca suelen dar o casi nunca, resultados.

    Cuando vuelva, a volver a la lista de espera.

    Pero ahora llevo unos días bastante pasables, ya no tengo las pretensiones que tenia con veinte años. Solo quiero ser un jubilata al que le dejen no hacer nada o como mucho lo que quiera.

    Nos vemos.

    Salud.

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  3. Es impactante lo que escribes... estoy de acuerdo con lo que dices, nadie sabe,puede o quiere ponerse en la piel del que sufre... Excelente y devastadora entrada!
    ABRAZO.

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  4. Poco puedo decir ante tamaña entrada, Mento, todo sonaría hueco. Me resulta imposible poder saber el alcance de lo que sientes y pasa por tu cabeza, lo único que puedo y sé hacer es decirte que sabes que aquí estoy en silencio, para acompañarte, abrazarte y decirte que hay guerras internas muy jodidas, mucho, pero que no siempre tienen porqué librarse solas. Un abrazo enorme.

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