Cosas de familia...


“La función del pensamiento lógico es el inicio y desarrollo de modelos de conceptos. La función del pensamiento lateral es la reestructuración (perspicacia) de esos modelos y la creación de otros nuevos (creatividad). El pensamiento lógico y el pensamiento lateral son complementarios.” 
(Edward De Bono).

Desde que la pandemia llegó a nuestras vidas, muchas cosas han ido cambiando poco a poco... incluida la interpretación de las artes plásticas y las manifestaciones de perspicacia y creatividad de nuestros niños, jejeje...

Mi sobrina Carolina que está dando primero de educación primaria, llega a casa el otro día con sus tarjetitas de los sentidos, cada sentido escrito por ella misma y dibujado. Me lo enseña su mamá partida de la risa y me dice que si entiendo el dibujo sin enseñarme lo escrito... ¡Coño! Pues claro... es una nariz, obvio. 

La cuestión es, que tal vez en el cole su maestra no lo vea tan claro. No llegue a alcanzar la gran creatividad de la niña al dibujar el órgano del olfato ya engalanado con un septum. Y es que estas cosas pertenecen ya, en cierto modo, a esta nueva normalidad de no vernos las caras en publico... y de que los niños sigan siendo tan sagaces como siempre. 

Vamos, que como no le den un diez por su trabajo, le envío a la profe por email esta fotografía, para que le quede bien claro. Jejeje.  


Comentarios

  1. Waoo que guapas las tres amiga, curioso lo de tu sobrina al dibujar ya la nariz con el piercing , los niños aprenden mucho de lo que ven y su imaginación es poderosa.
    Un abrazo Mento cuídate mucho y se feliz.

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    1. Jajaja, ay Jorge, es que no le quedaba otra a la pobre... su mamá con septum, su tía también y encima su prima mayor que es el referente que le pilla más cercano... con septum. La verdad es que yo me partía de la risa al ver el dibujo.
      Un abrazo.

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  2. Es que los críos quieras que no, está en su ADN recolectar información para ir rellenando su disco duro y no pierden un segundo en ello.
    Por aquí también los gorrinos ayudan en cuanto al adorno del septum.

    Pero los humanos primitivos hasta la muerte lo llevaremos hasta cotas impensables.

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    1. No veas Erik, yo hacia tiempo que me lo quería hacer, me decidí en diciembre junto a mi hija y mi hermana (porque me parecía que ya me quedaba lejos la edad de las locuras, pero que demonios, mi cabra interior siempre terminará por tirar al monte), parecíamos el trio lalala en el estudio... jajaja.
      Al llegar a casa, me toca ser la primera a la que vea el viejo y va mi padre y dice: "Bueno, lo que te faltaba, un aro de hocear, como los cochinos". Y yo pensando: "Pues verás cuando veas el tres por uno que nos hemos hecho" jejeje.

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  3. ¡Aayyyaaiii pero que imaginación!
    Y más si el fuerte de la maestra no es bueno para la interpretación y sentido de lo escrito, en este caso dibujado. Y sabes? Muy buena idea, esa foto es perfecta! 😁
    Saluditos

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    1. Aquí hay que ser prácticos, jajaja. Por lo de una imagen vale más que mil palabras.
      Un abrazo.

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  4. Divinas las tres! Y tu sobrina una genia...sin más!

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    1. Gracias Luna, pero es que no te lo pierdas... que en el sentido de la vista va la niña y en lugar de dibujar unos ojos, pone unas gafas. Mira mi hija y yo nos partíamos de la risa, las dos peleando diciendo que la niña nos había descrito en sus tarjetas. Son esas insignificancias que ocurren en familia, pero que tantas risas provocan a los implicados.
      Abrazo.

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  5. Hola Mento!
    Me ha encantado la historia...jeje Nos hemos acostumbrado tanto a la visión de las mascarillas que ya se me hace raro ver las caras sin cubrir. Bueno, si además son tan guapas como vosotras se agradece el doble.
    Besos y buen finde!

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    1. Pues sí Fran. Hace na, mirábamos con cara de asombro las imágenes que nos venían del exterior cuando veíamos a la gente pasear con mascarilla. Y casi sin darnos cuenta y a pesar de lo que engorran... se han convertido en una normalidad. A mi me llama mucho la atención cuando por ejemplo me relaciono con gente a la que nunca he visto. Mis profesores nuevos, o mis nuevos compañeros de clase. Gente con la que pasas mucho rato y convives, y no sabes realmente como son sin la mascarilla. Parecerá una tontearía pero son cosas que a mi me dan que pensar. Por ejemplo cuando el otro día me corté el pelo una chica me dice: "Ostia que guay, no esperaba que te dieras un corte así". Entonces me bajé la mascarilla y le enseñé el septum. Y se quedó con la boca abierta. Jajaja. Le dije: "A qué acabo de romper tus esquemas sobre la típica señora mayor de tu clase".
      Yo no tengo nietos, pero mis sobrinos casi lo son, verás cuando te toque a ti que dibujen ... jejeje..
      Abrazo.

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  6. Me encanta ese tipo de pensamiento "lateral" o como quieras llamarlo... he trabajo muy poco con niños, pero a veces venían con cosas muy raras que pensaba que estaban mal y siempre les preguntaba el razonamiento que habían seguido. Siempre se aprendía mucho con ellos..

    Entiendo que si tienes muchos niños en clase y llevas muchos años en ello acabas perdiendo las ganas de "aprender".

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    1. Pues mira que en lo primero estoy de acuerdo contigo, pero en lo segundo no. Puede que los profes de los más mayores pasen por peores momentos en esto de la educación, pero opino que los que trabajan con los más pequeños nunca dejan de sorprenderse y aprender.
      A mi desde luego, cuidar a mis sobrinos mientras su mamá trabaja, aunque me pesa ya porque por edad me doy cuenta que pese a tener más paciencia, me canso más... no deja de enriquecerme por lo mucho que aprendo cada día. Y sí, ese pensamiento lateral que aparcamos y que los niños usan con tanta normalidad, es un remedio eficaz para muchos problemas en cuanto nos paramos a observarlos. A mi me está viniendo muy bien, la verdad, aunque lo deje caer así como un poquito de ironía y telita.
      un abrazo!

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    2. Puede ser, claro, yo sólo recuerdo a mis profesores de instituto y, la verdad, todos parecían querer estar en otra parte :)
      Me alegra que tengas tan buena compañía para estos tiempos tan extraños...

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    3. Desde luego hay que tener amor a la profesión para trabajar con adolescente hoy en día. Lo digo con conocimiento de causa, porque lo vivo en el instituto como alumna. Veo la dedicación de algunos profesor, y la resignación (en cierto modo de otros) No te lo niego, son tiempos que van a peor, pero la culpa es de los padres (un amplio sector) que han delegado la educación en los profesores y en las chachas. Y si pasamos a la educación adulta como es mi caso... nunca terminas por saber dónde poner el limite que marca el grado de madurez .Hay críos con treinta y tantos y adultos con trece... pero la mayoría, son para subirlos a un cohete y mandarlos a explorar Marte.

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