Hijos, educación y confinamiento.

Xi Pan

"Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres". (Sófocles)

(... y a los papás)

Día trece de confinamiento. Como estudiante apenas si llego a mis apuntes y tareas, ayer tuve otra prueba online que espero ver como me la han puntuado, porque la verdad (y pese a que solo tengo un parcial con cuatro asignaturas) asistir a mis hijos en las suyas estos días, me tiene como si en lugar de en confinamiento en casa... me hubiera abducido una nave extraterrestre. Son días extraños hasta para los que estudiamos en semipresenciales y estamos acostumbrados a las plataformas y aulas virtuales. A mi me ha pillado en casa sin cartuchos en la impresora y copio más a mano que un tonto da vueltas paseando un carrito. Al final tuve que salir el viernes pasado como en una de "The walking dead" a buscar enseres de supervivencia para nuestra prioridad educativa y me gasté los pocos ahorros en un portátil. Aún así dos nos vienen cortos en casa, por ello lo de copiar. Tuve suerte y pude comprar folios y papel para bloc que en casa teníamos ya poco. Ese mismo día por la tarde mi hermana me mandó uno de esos Whatsapp, donde la que a mi me parece la súper mamá, requiere de una  ayudita extra. Le habían mandado el acceso a la plataforma escolar de Dani y Caro y no tenía ni puta idea de como entrar desde el móvil. Así que "su gorda" entró, le buscó la clase del niño que era la que le faltaba y le envié los enlaces individuales por mensajería. Por la noche me envió el video que está al final de este post. Cada vez que me desespero estos días con las incompetencias del rodaje de las asignaturas de mis hijos, ya sea por la adaptación de ellos, o la del profesorado que también aprende estos días... me lo pongo y sonrío para mis adentros. 

Cierto es que madre no hay más que una. Y qué especiales son cada una de ellas en sus peculiaridades. Porque son nuestros hijos, el amor a ellos y la entrega, lo que nos hace heroínas de instantes, campeonas de carreras de obstáculos, rikishi capaces de combatir dentro de un circulo, un cuadrilátero o a la intemperie de nuestras propias inseguridades. Las que nunca nos damos por vencidas, cuando de nuestros hijos se trata, para superarnos a nosotras mismas. 

En estos días de confinamiento, en que la educación de nuestros hijos conlleva un plus que en muchas casas se convierte en barreras demasiado altas de superar... ¡¡ÁNIMO!! Lo importante es no rendirse. 

A todos esos padres y madres que estos días multiplicais vuestros recursos (hasta esos que no poseéis sustituyendolos por el ingenio) con el fin de ayudar a vuestra prole. Ánimo y valor. No se permite desfallecer, prohibido tirar la toalla antes de tiempo, porque nunca las hostias que la vida nos endiñe serán tan rentables como aquellas que recibimos para evitar las derrotas a nuestros hijos. Lo que nosotros no hagamos por ellos, nadie más lo hará. 

(Ironia on) El revólver de la imagen es de juguete de mi sobrino... aunque claro... mi hermana hizo la gracia de que lo tenía en la mesa como recurso infalible para que terminaran los deberes, jejeje...