En la quietud encontraremos la victoria.

"A donde quiera que vayamos en medio del movimiento y la actividad, llevemos con nosotros la quietud. De esa manera, el movimiento caótico que nos rodea jamás nos ocultará la puerta de acceso al manantial de creatividad, al campo de la potencialidad pura"(Deepak Chopra).

Tener miedo es lícito, también permisible. Se puede llorar, y a ratos cuando nadie te vea... (si eres el timón del barco)... hasta desesperar. Pero solo a ratos, el resto del tiempo debes mantener el tipo y sobre todo permanecer en la quietud. Hay quienes creen que es más fácil procurar la quietud del cuerpo que la quietud del ánimo, o la mental. Pero si te soy sincera a mi de las tres la que más me cuesta es la primera y también en la que más beneficio obtengo. 

Estos días me es casi imposible contener toda esa galerna interna que soy se me ha desatado crispando cualquier posibilidad de mar en calma. Para alguien como yo que puedo remontar en pleamar como una marea viva y un instante después llegar a un estado de control, tan solo con un acto de voluntad que me devuelve a la bajamar más absoluta... ver que no puedo proteger al 100% a los míos, que la situación me supera... tener a mi hermana y mis sobrinos lejos de mi periferia de control...  incluso saber que a quienes tengo dentro del área de control solo los puedo proteger a medias... me está desgajando por dentro. Esa es mi puta verdad ahora. 

Es fundamental buscar la quietud como a un faro que marca el litoral donde romper. La quietud como antídoto a todo este desenfreno, inesperado o no, en que estos días nos vemos salpicados todos. Buscar el instante del ser que vive con inquebrantable valor el envés de los acontecimientos. A todos los que también estáis en situación de vulnerabilidad contra el riesgo patente... ¡Ánimo!

Seamos responsables, tengamos paciencia y un aporte de valor que nos lleve sin titubeos hacia adelante a enfrentar los resultados sean cuales sean. 

Porque volvamos a vernos.