Melancolía mía.

"Nunca somos tan indefensos al sufrimiento como cuando amamos". 

(Sigmund Freud)

Quien me conoce sabe que pocas veces suelo exteriorizar lo que llevo dentro cuando de dolor se trata. Más que nada, porque siempre tengo la sensación de que los demás necesitan de más consuelo que yo. Las personas necesitan recibir atención frente a su propio sufrimiento, necesitan de alguien que les de su tiempo. Que les escuchen aunque no puedan cambiar las cosas. Sobre todo que sepan mantener el tipo, como referente de que el equilibrio es posible frente al caos, o dentro de este. Suelo ser un buen referente para otros. Pero en mi propia realidad, nunca encuentro a nadie. En días como hoy desearía que estuviera viva mi madre, y llorar en su regazo hasta que todo esto que me aplasta por dentro saliera.