Confianza.

Imagen de _freakwave_ en Pixabay 

"No me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no pueda creerte". (Friedrich Nietzsche) 

─ Con esa suerte que tienes, me pregunto cómo es que aún crees en Dios.

Respiro... sé que no se va a comprender mi respuesta, aún así respondo.
─Será porque nunca le he visto sentado a una mesa de juego apostando mi destino.

Ella se queda pensando y me dice.
─ Tía que rara eres, ¿en serio?

Mientras asiento con la cabeza empiezo a hablar.
─ Todas aquellas cosas, incluidas las personas, en las que he creído y confiado me han decepcionado alguna vez, lo que tengo con Él nunca me ha decepcionado.

Ella no se lo piensa pero lo suelta intentando que no me duela.
─ ¿Y por qué dejó morir a tu madre?

Yo tampoco lo pienso, lo sé.
─ Porque había llegado su momento, eso no tiene nada que ver; lo que quiero decir es que el dolor de la pérdida de mi madre, no influye en la confianza que me transmite su presencia y su responsabilidad para conmigo.