The Twilight Zone: The Lonely.

estas ilustraciones muestran los males de la sociedad. ¿cuántos tienes tú?
©Asaf Hanuka.

"¡Oh, soledad, alegre compañía de los tristes! 
(El sueño es alivio de las miserias de los que las tienen despiertas)"
(Miguel De Cervantes)

El problema surge cuando bajo el impulso de la soledad, se empieza a soñar con los ojos abiertos en realidades paralelas, llamémosle por ejemplo el mundo virtual. Es curioso, todos sabemos que el hombre está más solo que nunca en plena era de las comunicaciones, justo cuando se puede estar conectado en tiempo real con casi cualquier lugar del planeta. 

La semana pasada estuve hablando con una amiga que me contó una serie de experiencias desafortunadas que había tenido recientemente en el mundillo virtual y en su blog. Coincidió, que también había tenido una conversación con Mayo de algo que tenía que ver con el mismo tema y al día siguiente me envió este video que comparto al final del post. 

Decía que es curioso porque la mayoría de las personas en sus vidas reales (y entiéndase "reales" por lo que hacen en su vida cotidiana de rutinas) suelen tener problemas de comunicación con los demás para mostrar sus emociones. Entonces llegó la era digital, Internet, las aplicaciones con chat que dieron a un amplio número de personas más introvertidas la oportunidad de abrirse al resto. Pero... la realidad que encierra el mundo virtual, tiene muchas alternativas que convierten una misma realidad en otras completamente diferentes. Luego basta generalizar, mezclar un poco, agitar a gusto y voilà, el cóctel está servido. Tenemos la misma hipocresía y mala baba que en el exterior, pero sin opción a dar dos hostias (esto es lo que yo hago... que para algo según algun@s soy muy violenta... pero yo lo hago y me quedo tan pancha, asunto zanjado para los restos). Pasa entonces que los que amarran más que un encuadernador profesional antiguo, pasan a convertirse en los reyes del mambo y el puterio. Y si disponen de mucho tiempo libre, entonces ya ni te cuento. He conocido casos de personas que han sufrido incluso adicción. Y no la típica adicción social que ya tenemos implantada de ir con el móvil "empetao" hasta a cagar, no. Adicción sería de necesitar ayuda de profesionales en la materia. Nuestra mente es nuestra mejor arma y también el ejecutor perfecto. La locución de apertura de la primera temporada de la serie que os comparto decía así: Al igual que el crepúsculo que existe entre la luz y la sombra, hay en la mente una zona desconocida en la cual todo es posible; podría llamársele, la dimensión de la imaginación, una dimensión desconocida en donde nacen sucesos y cosas extraordinarias como lo que ahora vamos a ver. ¿Que no es posible?, Todo es posible en el reinado de la mente, todo es posible en la "Dimensión Desconocida". 

Hay muchas opciones para ser uno mismo en virtual, y también muchas otras de ser quien no se es. De utilizar el medio. Y de llegar a uno de los muchos fines que se pueden lograr en esta forma de vida. Hay quienes encuentran un modo de escapatoria a su propia soledad, la forma de compaginar sus gustos con su tiempo disponible o posibilidad de maniobras. Yo fui una, durante un par de años utilicé este medio para desconectar. Tenía un trabajo nocturno con un interminable horario en que no hacía más que vigilar el sueño de otros. Desconecté de una parte de mi y activé otra que no siempre es bien vista por las personas con las que me relaciono fuera de la red, además esa etapa me dio la oportunidad de compatibilizar tiempo y quien soy, y lo más importante: el descanso de no tener que estar dando explicaciones a nadie que no fuera imprescindible. Como decía hay opciones a oferta y demanda por partes iguales, e infinitas, de ser o actuar tras un nick, podríamos incluso llegar a creer que estamos a salvo y cimentados en nuestro propio mundo de Oz. Pero en este mundo todo es limitado, incluida la vida virtual. 

Me resulta sorpresivo que un capítulo de la primera temporada (1959-1960) de esta mítica serie de ciencia ficción de Rod Serling sea hoy tan actual. Nos aferramos a una realidad paralela para paliar o incluso instigar nuestros demonios internos y hacernos con ellos. Pero la realidad, ya sea virtual o la que respiramos a pulmón cada mañana, terminará por estallar en nuestras caras si no cuidamos de ser buenas personas y no dañar a los otros con la gratuidad (y me reservo poner mala leche en letras grandes) que somos capaces de gastar. 


capítulo 7 de la serie la dimensión desconocida 1959

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