Cuesta abajo y... ¿sin freno?



     Voy a salir al mundo, voy a soltar una de mis mordaces risas y a continuación le voy a arrear tal patada en el trasero, que nunca jamás se atreverá a mirar con ojitos de cordero en mi dirección, ni dudar de mis advertencias... Jejeje...

     Marichu cariño, mira a la gordita de tu hermana, lo digo y lo hago. Aún me sobra chulería para ello.