ERES EL AMOR DE MI VIDA.

"Estudia lo que más disfrutes"

 (La fierecilla domada, Acto I, Escena 1)

William Shakespeare

     Yo aún era una cría a su lado aunque él sólo me llevaba cuatro años. Recuerdo que me pasaba las horas mirando las musarañas hasta que el chico más guapo de la clase aparecía en mi campo de visión. Era el chulito del centro, lo fue desde el momento que llegó y todas las chicas se quedaron hipnotizadas... incluida yo que había sido la chulería personificada en versión femenina y el máximo exponente  de ésta hasta su llegada. Nunca nos dimos la oportunidad de ser amigos ni nada por el estilo. Caminábamos en paralelo... eso bastaba.

     Entonces pasó que un día para mi sorpresa, me habló. Y digo sorpresa pues era un 14 de febrero, ese día marcado en el calendario de todos los tontos con causas. El chico que se llamaba Juan, sin previo aviso me cogió de la mano y me fue guiando hasta su casa. Imagina como era yo en el 85... Canija, con pichi, zapatos "Gorilas" y calcetines altos, dos trenzas como las de Pipi Calzaslargas (y un trillón de pecas más que ella) y asida de su mano la chica más insegura del planeta. Entonces lo de ver vídeos en YouTube no lo tenía en proyecto ni el equipo de la NASA, menos pillar la clave del wiffi en tu centro educativo para usarla en un móvil. Así que allá caminaba yo toda ingenua tras el chico más bueno "del mundo mundial" que hubiese dicho mi amigo el "gafotas", sin saber que me iban a regalar el primer regalo del día de los enamorados de mi historia. 

     De pronto estaba allí en una habitación desconocida, viendo como encendía la tele y conectaba el VHS. ¡La leche! El tío me puso un concierto de Queen. Yo estaba desubicada no, lo siguiente... y acojonada porque no sabía que venía a continuación, ni tenía modo de controlar que pasaría. Se llevó un rato bobinando y rebobinando y de pronto sin decir nada dio al play. Sonó "Love of my live" y me quedé mirando a Freddie con su peculiar modo de moverse encima del escenario. Cuando acabó la canción paró la cinta. Creo que también debió parar el mundo o algo así... porque a mi lo único que se me ocurrió decir fue: ¿Y qué significa esa canción? Y él sin necesidad de pensarlo respondió: Que eres el amor de mi vida.

     Entonces me pareció que el chulito había desaparecido por arte de birlibirloque, pero yo tampoco parecía tan chulita ya. Me fui a casa. Y hasta muchos años después no llegué a comprender el significado de aquel regalo que me hizo. Cuando investigando ya en plena era digital, descubrí las razones de porqué Freddie escribió aquella canción, y para quien la compuso. Fue entonces que descubrí el verdadero valor de todos los silencios que rodearon a aquel chico que me hizo mi primer regalo de San Valentin. 

Este post corresponde a los 52 Retos de escritura Literup: Escribe una historia sin un solo adverbio -mente.