Purporse... development.

The Martyr of Solway [detail] by John Everett Millais
The Martyr of Solway [detail] by John Everett Millais


"El amor que había entre él y Teresa era bello, pero también fatigoso: tenía que estar permanentemente ocultando algo, disfrazándolo, fingiendo, arreglándolo, manteniéndola contenta, consolándola, demostrando ininterrumpidamente su amor, siendo acusado por sus celos, por su sufrimiento, por sus sueños, sintiéndose culpable, justificándose y disculpándose" 
(fragmento de la Insoportable levedad del ser; Milan Kundera)
     

     Los inicios nunca son fáciles. Sencillamente porque si no partes de una idea matriz muy bien sedimentada, el fracaso te cae como una loza de cien toneladas... y ahí es na. Incluso cuando das los pasos después de un profundo análisis y lo tiene todo controlado, nadie garantiza que el fracaso no te sorprenda también, y te reviente todo tus proyectos dejando tus esperanzas e ilusiones a la altura del betún... o incluso deseando que la loza de las cien toneladas te hubiese caído encima. 

     A mi me pierde la boca y el carácter. Soy un torbellino que no siempre se contar hasta diez antes de arrojar lo que llevo dentro (para bien o para mal) cuando de liberar mis propios sentimientos se trata. Mira, la vida a menudo nos pone en encrucijadas que te deja con las patas colgando. Te preguntas realmente que hiciste para merecer tal situación, sin saber, sin encontrar respuestas y sin pretextos de justificación. Sencillamente se te jode todo delante de las narices y deseas ver con todas tus esperanzas puestas en el otro, que sea capaz de comprenderte y además de salvarte. Nos pasa a todos. Y si nunca te ha ocurrido así, jejj, deja que te llegue el momento, porque duele como mil infiernos. El otro casi nunca sabe como controlar la situación, y tú te quedas hecho polvo preguntando a la nada quien tiene la culpa. Los humanos somos así de complicados en nuestros laberintos mentales. Y luego lees esas frases que las personas desencantadas suelen escribir como si la vida se les fuera a ir tras esa revelación. "No esperar nada de nadie". Si te digo la verdad conseguir no esperar nada de nadie debe ser un puntazo. Me gustaría saber como se hace y si realmente funciona. Porque yo me siento como el culo cuando lo intento. Debo ser una inepta. Nunca lo consigo y termino por sentirme peor si cabe. 

     Creo firmemente que el orgullo es el gran desencadenante en este tipo de conflicto que empieza siendo interior y que termina por salpicar a todo kiski en una redonda cósmica como no le pongas freno. Un día X un acontecimiento Y desencadena la ecuación... y ya no hay dios que saque la solución. Las matemáticas son exactas, los sentimientos son todo lo contrario a las matemáticas.  Y siempre será más fácil culpar al otro que reconocer que somos orgullosos. Admitir el eslogan salvador de no creer, de no esperar, incluso tatuarlo como un implante cerebral, antes de reconocer que se está hecho polvo y que te mueres de miedo si te quedas así. A menudo nos quedamos así... en la puta mierda por orgullosos. Claro que renunciar a tu orgullo, rebajarte, y que el otro sea la persona apropiada es tan difícil como que te toque la lotería. Por tanto, las probabilidades de que de un modo u otro te quedes bien jodido se multiplican como un taxón de eucariotas. Y lo peor, lo peor de todo... es que ningún propósito de los que te hagas, te va a funcionar si realmente esperas que el otro siga caminando a tu lado, esa es la mitocondria de la historia... que te quedas sin oxigeno sin la respuesta necesaria. Y la otra parte, por algún paradigma inexplicable de las relaciones emocionales, casi nunca (manda huevos) tiene las respuestas. 

     Así que si eres de los que has empezado el año, tan jodido como yo, te voy a dar un consejo. Aunque a mi si me lo dieras tú en este estado que me encuentro,  te mandaría literalmente a la mierda, lo confieso. Porque estando en Off no escucho ni a Dios que me hable. Pero reconozco que lo mejor que se puede hacer en estas situaciones es no alimentar más el desasosiego. Reconocer que si pones tus esperanzas en el otro, éste puede sentirse tan limitado como tú frente a las mismas circunstancias. Y que es mucho más fácil regalar un propósito sincero, que hacerse miles a conciencia para encarar solo una situación de dos. Por eso te propongo como consejo el único propósito que me hago yo misma para este año que recién empieza. Brinda la oportunidad al otro de bajar su orgullo al suelo, siendo tú quien primero pongas el tuyo a sus pies. No hay otro modo. Al menos yo... no lo conozco.
https://www.safecreative.org/user/1811192930841