OBJETIVO 22 DE JUNIO: La filosofa.

Rita la Cantaora, cantaora de Jerez, de un poderío extraordinario en el cante flamenco, famosa en los cafés de la época.
Imagen de Rita la Cantaora. 

"Las primaveras al marcharse dejan las lloviznas de otoño preparadas...Pequeña, ve despacio, mucho juicio, no te quemen tus llamas."(Alfonsina Storni)


     Si esto me hubiese pasado hace veinte años, jejj... la que se lía es menua les doy pa el pelo para que se ahorren gastos extras en peluquería por lo menos en medio año... jajajaja. Naaaa, si soy como un corderito. Al final estas cosas ya hasta me hacen gracia. Es a mi hija a quien intento templar el carácter para que cuando vive situaciones así, no se desarbole. Recuerdo que mi abuela me decía: Mentito, tu tienes un don, la capacidad de tocar el alma humana, procura que sus miedos a tu persona, nunca te hagan desear tocarles para mal. Cuando era más joven si que me cabreaba a menudo el hecho de que las personas, las de mi entorno más cercano (las demás es que me han dado siempre igual) fingieran delante mía, y a mis espaldas murmurasen. Nunca aproveché mi habilidad de saber que pensaban para dañarlos, aunque mentalmente desee matar a más de una persona alguna vez.

     Hoy, bueno, ya ayer... jejj. Hemos tenido el segundo examen. Al salir ya había un reducido número de alumnos de mi clase y otras personas del alumnado del centro de Valme que se marchaban. Entonces Paco un compi de clase se me acerca y me dice así entre por lo bajini que ya sabe como me llaman los del otro centro. Tengo que aguantar la risa, lo sé antes de que lo pronuncie, y no por haberlo oído en boca de nadie. Tengo que reírme a carcajadas, soy un poco mordaz en mis respuestas, a veces me sale un poquillo la vena canalla. Y digo eso de que la envidia es mu mala, pero en verdad no lo siento así. Les comprendo. A nadie le gusta tener una listilla que se adelante en un foro de clase y les pisa todas las respuestas. Lo que ellos no saben es que yo no compito contra nadie más que contra mis limitaciones. Contra mi miedo al fracaso, mi inseguridad, y este mal bajío que siempre quiere empañar mis proyectos. Jamás voy de sobrada, aunque eso es lo único que muchos alcanzan a ver cuando me miran. Antes me preocupaba de ello y de mantener mi camaleónico camuflaje impecable. A día de hoy y pasados los cuarenta es que me la repamplinfla... que piensen lo que quieran o aquello que le ayude a sentirse mejor.

     Con catorce años me llamaban Cabellera Lois. Entonces me criticaban la melena salvaje, y mi modo de vestir, pero pocos padres permitían entonces aquel look en sus hijas. La mayoría me consta que querían llevar el cabello así, pero era más fácil hablar mal de mi look y menospreciarlo que poder lucirlo parecido. También había a quienes les gustaba, no quiero decir que todo fueran conceptos negativos por parte de los demás. Tampoco lo creo ahora. Simplemente no me conocen, así que juzgan según sus pensamientos y su modo de entender las cosas. Aquí en la red también me pasa. Escribo y cada cual lo interpreta según su barómetro métrico de precisión conceptual. Yo sigo siendo la misma, una entre la multitud que no me considero ni más, ni menos, ni siquiera diferente. Y que la única opinión que a fin de cuentas me importa a la hora de la verdad es la que replica mi propia conciencia.

     Dicen de mi que soy la "filosofa", que lo responde todo y después que van a responder ellos. Pues lo mismo, si las respuestas acertadas resultan ser en mayor o menor medidas las mismas, si no hay nada que inventar, si bajo el astro sol ya todo está inventado. Luego cada uno le da el punto de vista y el matiz que capta su cristalino. No hay más. El problema está en cuando queremos ser mejor que el otro. Quedar mejor que el otro. Decir algo mejor que el otro. O sus otras vertientes, cuando tememos ser peor que el otro. Quedar peor que el otro. Decir algo que sea peor que el otro. Ahí es donde radica el problema no en lo que el otro hizo o dejó de hacer... si no en lo que uno mismo deja de hacer por miedo al que dirán, al que pensarán. Yo lo siento mucho por aquellos a los que sea ocasión de tropiezo. Pero lo que tengo muy claro, es que las segundas oportunidades en esta vida no son muy concurrentes. Y yo no pienso dejar esta oportunidad pasar. Me lo contestaré todo, para bien o para mal, y pienso arriesgar hasta lo que yo crea justo por alcanzar el objetivo que me he marcado a plazo de un par de años. Me tachen de filosofa o de Terminator, lo mismo me da, se lo dije a la chica tímida e insegura que aún vive en mi. Ella tan asustadiza y cobarde siempre intenta implantarme su lado negativo, su perspectiva, restando a las cosas que están pasando o están por pasar. La oí la semana pasada cuando llegamos al centro a hacer el examen de lengua, me decía: joder tía, mírales, te miran con caras (solo algunas personas) y pasando entre ellos hasta llegué a escuchar: esa, esa, esa es la de los foros. Y entonces la chica insegura se desvaneció dentro de mi y casi me pongo a cantar la canción "Soy Yo" de Marta Sánchez a voz en grito con coreografía y todo.

     Yo ya estuve allí, fui una ayalga maldita. En lo más profundo del abismo del ser humano donde hasta las ganas de seguir viviendo se pierden. Y no voy a volver a ese lugar así me quieran llamar Rita la cantaora. 

     Por cierto el examen de lengua llegué a aprobarlo, con un 69/100... vamos que no es para tirar cohetes, pero con lo nerviosa que me puse, por ser el primero y porque además no es como se empieza, si no más bien como se terminará... cuidadín que estoy empezando a coger velocidad, jejeje...