NOVEMBER FOREVER...

"Si no entiendes como una mujer puede amar con ternura a su hermana y, al mismo tiempo, tener ganas de torcerle el pescuezo, entonces está claro que eres hijo único". (Linda Sunshine)

     Hasta que cumplí los quince años, había una cosa que me daba tremendo terror, quedarme sola. Cada vez que me planteaba mirar hacia delante en el futuro venidero el miedo a la soledad lo empañaba todo. Ser hija única era una realidad que me cambiaba el resto de mi existencialismo. Entonces mamá me hizo el mejor regalo que una madre puede hacer a un hijo después de ser participe en el don de la vida siendo el habitáculo donde uno se gesta. Me regaló un hermano y naciste tú. Y nunca más estuve sola, ni lo estoy, ni lo estaré. 

     Mamá se fue un trece de Enero, pero se quedó para mi en ti un trece de Noviembre de hace veintinueve años. Aunque me dieran la oportunidad de parirte jamás la cambiaría por lo que eres para mi. Eres el amor de mi madre en vida, mi orgullo más impertérrito, eres el regalo de mamá siempre vivo, actual y presente, nadie puede superar eso. Por ti y contigo, soy capaz de bailar a las puertas del infierno y hasta timar a San Pedro para colarnos al cielo.