44.


"Estas cosas, buen Señor, por las que rezamos, danos la gracia de trabajarlas" (Tomás Moro)


A las 18:00 pm. Cumpliré 44 y diré adiós para siempre a mis tan deseados 43. Yo siempre quise tener 43 años. No me preguntes porque, nunca lo supe hasta ahora.  Ayer lo tuve claro. Yo no creo en las casualidades, jamás he creído en ellas, creo en la acertividad de Dios para hablar con el hombre. 
Ayer día 15 mi primo Carlos y mi mejor amiga desde las cinco años, Bea; se casaron. Mi amiga por segunda vez, después de un matrimonio fallido en que puso todo de su parte y le salió fatal (a Dios gracias que se liberó de aquella carga) y mi primo... Bueno... él enamorado de ella desde la juventud, desde siempre. Viéndola casarse con otro hombre, quedándose soltero, esperando contra toda posibilidad de ser... Pero como decía mi abuela: lo que está de Dios que sea para ti, tarde o temprano llega... y no te lo quita nadie.  

Yo... nunca he creído mucho en el destino, he pasado mi vida demasiado ocupada de cuidar de los demás, como para esperar nada del destino. Para mi el destino siempre a sido una continuidad del deber de hacer lo que creo correcto y necesario. Siempre renunciando a mis verdaderas necesidades, siempre en favor del otro... Y no me quejo, es mi forma de ser, y me moriré así, no hay doblez, ni vuelta de hoja. Pero en el camino, no sabría muy bien decir cuando. Esa forma de actuación para ejecutar y resolver los contratiempos de la vida hizo que yo perdiera mi capacidad de ser feliz. Lo veía, pero no quería aceptarlo. Y me he limitado a avanzar y avanzar, a veces con fuerza, otras rozando lo indigno, hecha un cuadro... pero he avanzado. Justo hasta estar donde siempre quise. en los 43. Y de pronto me veo que tengo todo aquello que los demás envidian y desearían para si en sus vidas. Tengo un buen marido, unos hijos estupendos, (la economía es una mierda, pa que vamos a mentir, jejj, pero aún no me ha faltado un plato en la mesa, ni tengo una factura detrás sin pagar) Mi madre se fue, pero me queda mi padre. Tengo una hermana preciosa (es el orgullo de su hermana, aunque la gente piense que está loca por tener 4 hijos) es una mujer valiente y estoy orgullosa de haber sido partícipe de fomentar en su educación esa valentía de hacer siempre lo que desea. Aunque se estrelle. Tengo un sobrino y tres sobrinas que son junto a mis hijos y mi hermana la heredad de sangre de esta vida presente y doy gracias a Dios por ello... Pero no soy feliz. Siempre he pensado que la felicidad me estaba vedada de algún modo, incluso en esos pequeños instante de degustación... Yo siempre la tomaba con ímpetu sabiendo que duraría poco y jamás he querido pelearla. 

A lo largo de este año los acontecimientos que han acontecido me han ido avanzando hacia el punto al que mis 43 tenían que llevarme. No sé que pasará a partir de ahora... Pero lo que si tengo claro es que he cumplido la mayoría de edad para ser feliz y... ay de quien me haga de parapeto... 

El día de ayer fue un gran día para cerrar un ciclo junto a aquellos a quienes amo, encima de celebración...

 
 
 
 


El día de mañana, uno bueno para empezar otro... justo después de 30 años...



Estoy preparada... cuidadin que vuelve Cabellera Lois y esta vez trae la artilleria pesada, jejeje...


Mírame... Sí, tú. Acaso lo dudabas... Pues esto acaba de empezar.