Idealizar...

Foto
“El dolor de María Magdalena”
Jules Joseph Lefebvre

“Un Inconsciente hiperdimensionado es siempre egocéntrico y el consciente no puede hacer nada salvo preservar su propia existencia. Es incapaz de aprender del pasado, incapaz de entender eventos contemporáneos e incapaz de proyectarse correctamente hacia el futuro.” (Carl Gustav Jung)



Dándome un paseo virtual por G+ de pronto me topo con esta imagen de arriba. Me detengo un poco a mirarla, y a leer lo que algunas personas han comentado y me quedo en estado de reflexión durante largo rato. Es curioso el modo en que las personas llegamos a idealizar conceptos tales como el dolor, el sufrimiento, el amor... y si llegamos al que tiene capacidad de definir la verdad o el bien... apaga y vámonos. Porque son esos los que se llevan la palma del idealismo. 

Idealizar no es discernir. No todo el mundo tiene esto claro. Y es mucho más fácil hacer lo primero que lo segundo. De hecho todos tenemos capacidad nata de idealizar, pocos tienen la de discernir. 

Me quedo contemplando un largo rato la obra... Y no veo dolor. Intento analizar cada parte de la anatomía femenina. La postura, la expresión, sus pies, sus manos... una persona que sufre, por la propia fisonomía de la anatomía, no podría adoptar esa postura de estar rota por un dolor interior, entiéndase sufrimiento del alma o del corazón, o como se quiera llamar. Eso es lo primero que advierto y que me llama mucho la atención, porque la pintura se titula: El dolor de Maria Magdalena... y yo no veo ningún signo en el personaje femenino de dolor, ni de sufrimiento. Lo que veo es devoción. Y decido investigar entonces. 

Descubro que el artista Jules Joseph Lefebvre estaba especializado en desnudo femeninos y en pintura erótica. Eso me hace pensar que pueda deberse a ello que esta imagen a mi me resulte más la de una mujer que muestra su sumisión y devoción, que una mujer que manifiesta estar rota por el dolor. No es mi idea la de entrar a juzgar caracteres de las representaciones eróticas. Pero tampoco puedo pasar por alto ciertas connotaciones que manifiestan la idea de un pintor y no la realidad de aquello que pinta. Idealizar es fácil, puede ser hasta elegante, pintoresco, conmovedor, pero no exime del deber de no adulterar la realidad de aquello que personalmente idealizamos cuando hay terceros sobre los que podemos ocasionar un deterioro colateral.

Y si hay un personaje de la historia al cual se ha venido idealizando desde tiempos antiguos es a María Magdalena. Deduzco después de analizar un poco la vida de Lefebvre que tras su perdida y la severa depresión que padeció. Algo de connotación idílica lleva su obra basada en el evangelio apócrifo.  
Yo no voy a entrar en juicios doctrinales. Los que me conoceis sabeis que si en algo soy radical es en el modo que pienso para mi misma; y que... así bajara Dios con su corte de ángeles frente a mis narices o me demuestra en exclusiva con una obra intransferible que es Él... o no hay tu tía. 
Y Él me ha aceptado así, y me ama así... por lo tanto lo que el resto del mundo opine a mi es que me la repampinfla. Jamás pierdo mi tiempo en debatir temas sobre religión y creencias. Tengo muy claro que cree el que necesita creer; y que espera el que tiene pruebas ya refutadas con hechos que le confirman aquello que puede o no esperar. Lo demás es un don se recibe o no, la fe no se gana a puños es así, se entienda o no. Por lo tanto es absurdo perder el tiempo en batallar sobre ello. 
Lo que quiero decir con esto es que yo no entro al trapo de debatir la autenticidad de un evangelio, lo que es verdad o no lo es en la historia y vida de un personaje, en este caso la de Magdalena. Lo que tú pienses al respecto, o incluso lo que pienses de lo que yo opine es que no me importa. A pesar de que estos temas, de todos es sabido, que hay que tocarlos con máxima prolijidad porque si no... la gente se lo va tomando como algo personal y terminan siempre a la defensiva incluso si son agnósticos. Me limito a la obra de la imagen y a su título. No a lo que representa la persona de María Magdalena en la historia de la humanidad. 

La mujer de la imagen, muestra impotencia y resignación en la manos, pero demasiado sutil como para que nos haga ser jodidamente analiticos. Está mostrada de tal modo, agradable a la vista, de hecho es de porcentajes equilibrados y perfecta en técnica. Pero te digo yo que no representa a la auténtica Magdalena. La mujer real Tras la historia contada por muchos, de una manera u otra, debió aceptar su destino con la valentia que la seguridad de Jesús implantó en su conocimiento. Y aceptar no es lo mismo que resignarse. Ya fuera la María que reconocen unos, o la que quieren descubrir otros, la que veneran aquí o allá bajo unos ideales u otros... Lo que yo creo como mujer que soy, y como receptora del amor y la misericordia de Cristo, es que si María Magdalena se hubiese dejado sacar un selfie para las redes sociales seguro hubiera estado de pie junto a la cruz. Sin mostrar más signo de sufrimiento que el que delataran la transparencia de sus ojos por la imagen del Hombre amado y ultrajado. Pero el amor es más fuerte que la misma muerte, y conociéndole a Él estoy segura de que insufló en ella, la suficiente capacidad de entendimiento como para no sucumbir al dolor que provoca en el alma la mentira de la muerte.

Yo no estaba allí, no sé como lo vivió ella. Pero sé que se siente cuando Él te dice al silencio de tu interior, ese que tienes brindado y donde no llega palabra alguna: no será fácil para ti, pero yo voy a estar contigo siempre, dandote prueba fiable de ello, hasta el fin de los días cuando estés cara a cara frente a Mi. Y no me extrañaría que fuera cierto que ella fuera la primera en verlo tras la resurrección. Porque cuando una verdad tan grande ha de ser contada a los demás, uno busca aquella persona en la que sabe que su fidelidad será para contigo antes que para si misma. Y creo que María Magdalena debió de ser la imagen de mujer fiel al amor recibido por Jesús. Y me baso solo en mi capacidad de entendimiento como mujer, lo que cuentan los evangelios, apócrifos o no, es que me da igual. Lo mismo que lo que cuentan el resto de seguidores o perseguidores de este personaje tan cercano a la historia y la persona del Nazareno.

Pero eso sí. Si veo ciertas imágenes que llaman mi atención y leo ciertas cosas, no puedo evitar quedarme reflexionando sobre el tema. Y el modo en que se idealizan y se dan cosas por hechos, de un modo colectivo. Ya sea a un lado de la religión o al otro. Quizás es que yo sea muy puñetera de convencer de algo. Porque no me creo de la misa la mitad en ningún ámbito. La moto no la compro si antes no me subo y la pruebo a conciencia. Y sí, la imagen es emotiva, sensual, representa el amor de una mujer por un hombre bastante bien... pero en mi opinión (que solo repercute a mi cabeza y a lo que pienso) no manifiesta el dolor de una mujer que está siendo testigo de como un simple Hombre, entrega lo más valioso que tiene, su propia vida, por dar testimonio de como se debe amar al otro. Si yo hubiera sido ella, estaría de pie, orgullosa de su sacrificio, de ser testigo de algo tan importante para la historia de la humanidad venidera. Y con el coraje interior que se enfrenta al dolor y lo doblega cuando uno se sabe en la verdad de lo que está aconteciendo. Y no me cabe duda de que Él así lo dejó dicho a los que mas amaba.

Claro que esto es solo mi modo de idealizar mi propio amor por Él, jejeje... Como hace el pintor en su obra, idealizar la historia de ella. Luego cada cual va añadiendo de su propia cosecha al visualizarla. 

Comentarios

  1. Cuando te leo, sobre todo en estos temas, admiro tu capacidad para expresar de forma tan concreta, y simple si se quiere, conceptos al cuanto complejos. Coincido contigo que muchas veces en la red se leen cosas que no tienen "ni pies ni cabeza"; principios totalmente dados vuelta, alejados de su origen... en fin, que aún en vacaciones, observando el ir y venir de las olas, pasar por tu espacio es estimulante.

    Besotes rubia y cuídate.

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    1. En cuestiones de religión-fe, hay una cosa tan cierta como la misma matemáticas. Puedes ser el mayor teólogo del mundo. O ser un buen predicador y tener capacidad innata de explicar lo inexplicable. Pero si nunca has tenido una experiencia real de la misericordia de Dios en tu vida... todo lo que escribes son palabras, puede que verdaderas... pero palabras, por muy complejos que sean sus términos.
      Yo solo hablo de lo que conozco porque lo he vivido, porque Él me deja experimentarle así. No hay más.
      Cuando daba catequesis de adultos, había quienes decían que conmigo si comprendían las cosas. Pero creo que es solo porque lo Grandioso, no necesita de redobles que lo anuncien; basta un pequeño paréntesis de puntuación, señalar... y habla por si mismo. :)
      Besos, disfruta de el mar.

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