FRENAR ENERO.





Nadie pudo frenarlo... Enero llegó fuerte el día trece.
Ella supo hasta elegir su día... Le encantaba ese número... Y a mi, los viernes trece. 
Ya nunca volverán a ser lo mismo.

He postergado esta entrada tanto como el alma me da tregua a ratos y otras me ahoga y se retuerce como la conciencia de un condenado a vivir bajo el yugo del conocimiento. 

Mi madre partió al Padre la tarde del 13 de Enero a las seis menos cuarto. Su corazón no resistió. En la primera intervención salió, pero pronto tuvieron que meterla de nuevo en quirófano para contener una hemorragia interna, la segunda fue decisiva y peleó como una jabata 24 horas más. 
No pudo ser. 
Imagino que era su momento. 
Yo lo sabia, lo tenía asumido. Todos de algún modo lo teníamos ya planteado en nuestra cabeza para enfrentar. Pero aún así la realidad es más dura siempre cuando la enfrentas que todas las posibilidades que tu cabeza puede cavilar como teoría.

Yo que siempre he tenido facilidad para desestresar escribiendo y liberar el alma, justo ahora no sé que decir. 
Duele. 
Como el mismo infierno. 
Y aunque me consta que está en el seno de la Trinidad, donde todos aterrizamos con infinita misericordia del Creador... El desgarro que sufro dentro es tan grande que ni puedo llorar. Se me abortan las lágrimas na más se escapan un poco y tengo que contener mis océanos. Ahora no es momento de romperse, es momento de agarrar la espada con fuerza y pelear, aunque lo único que deseo es cerrar los ojos y reunirme con mi madre. 

Quiero cabrearme, quiero gritar y quiero decirle al Amor de mi alma que me siento defraudada y herida. Yo egoistamente la necesitaba aún más tiempo. La quería para mi. Y no puedo, no puedo aceptar que se la ha llevado antes de lo que yo considero justo.
Los caminos del Señor, definitivamente no son nuestros caminos. 

Señor, si alguna vez hallé gracia a tus ojos, no pases te ruego sin detenerte. Esta vez no podré con esto si Tú no me sostienes.




No se porque de pronto me quedo leyendo algunas entradas antiguas y me salta esta: http://ahoraquedamosenelblog.blogspot.com.es/2016/10/un-ano-mas.html de algún modo siento su sonrisa picarona que me alienta. Mi madre sigue dando guerra.


Comentarios