ROTURAS. (donde nadie me oye)



Duele, mucho más que el dolor físico, las roturas del alma son desgarros que te dejan sin aliento.

Gritar en el silencio, sin saber que pronunciar. Sin querer ni que se note...
... Sin querer siquiera...

Momentos de soledad que se hacen interminables, a los que no encontrar con que llenar,  o peor aún, no encontrar el empuje para salir de ese estado estático y remontarlo.

He mirado a la cara a la desesperación, y vivo para contarlo. La he visto en el ocaso de su vida,  sola, cansada,  sin querer estar ni aquí ni allí, asustada... Con el único consuelo de un abrazo pagado, a pesar de que también lo habria dado sin precio...

¿Y me pregunto cómo quedan las paredes del alma cuando el eco de la soledad rebota en ellas...?

Yo le tengo a Él, con su presencia me llena, asienta mi inestabilidad, calma mis heridas, aisla mis roturas... Y ... Aún así duele como el infierno...

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