POR LA SEÑAL DE LA CRUZ...




...Te mantendrás a salvo.


     Llevo más de una semana queriendo escribir este pots, pero mi falta de tiempo libre y la escasa conexión que tengo en esos momentos, me ha llevado a retrasar este momento. Incluso ahora no se si conseguiré terminarlo antes de que mis deberes de esposa y madre me llamen.

     Ya sabes que yo no creo en la casualidad, no me cansaré nunca de decirlo. Así que lo que se ha montado estos días en el viaje apostólico del Santo Padre Francisco a  Ecuador, Bolivia y Paraguay me viene como anillo al dedo. Porque la cruz, será en nuestro tiempo el signo por el cual muchos caerán y muchos otros serán alzados del suelo, pero nadie, ni los más ateos, pasaran indiferente ante ella. "La cruz será siempre motivo de escándalo". La mejor definición que he oído jamás fue la que me dio mi ángel de la guarda: 
     "La cruz por si sola grita. No hay ser creado que frente a ella no sienta en su interior la inquietud de la verdad que encierra."

      Muchos de ellos, me refiero a los ángeles, creían que el hombre no era digno de tal predilección por su Creador. A lo largo de la historia de la creación, Dios le dio un tiempo para que eligieran, el combate celestial sin un tiempo definido. La cruz, marcó el termino de ese tiempo para ellos. Justo en el instante en que Jesús entregó el Espíritu ya no hubo marcha atrás para ninguno de ellos. Quedaron por la eternidad sometidos a su propia elección, parte de los espíritus celestes se condenaron y la obediencia de un solo humano los sometió a quienes no creyeron en la perfección creadora. Dios, siempre sabe más. mucho más que cualquiera de sus perfectas creaturas, y esa revelación marcó un antes y un después en el destino de cada ser espiritual. La cruz es el símbolo de su realidad presente, para unos es signo redentor, la oportunidad de colaborar en el tiempo de salvación de los que ahora estamos en transito hacia la vida espiritual.  Pero para un gran numero de ángeles la cruz es el signo de su caída sin retorno.  Ni con toda su inteligencia y perfección, pueden anteponerse a esa realidad. No se puede subestimar la perfección del Ser. Que el Creador nos haya dado la Gracia de ser participes en su misma naturaleza, nos permite por nosotros mismos a posicionarnos y esa posición podrá ser cambiada durante "un tiempo", una vez que conocemos la verdad, cada una de nuestras elecciones nos acercaran más al resto de la eternidad. Y del mismo modo que fue revelada la Divinidad del Ser en un Hombre y antes esa revelación no hubo vuelta atrás ya para la redención de los ángeles. También nosotros tenemos un tiempo, no se como es, ni si dura este espacio temporal de vida que conocemos. Mi ángel solo me habla de aprovechar el instante para una continua conversión e insiste en la renuncia a mis propio interés por el común con mis semejantes. 

     Estos días mientras ha salido a la palestra el desafortunado presente de Morales al regalar a Francisco el signo de la hoz y el martillo con un Cristo crucificado... He tenido la gran fortuna de recibir mucha catequesis al respecto. Confieso que me he cabreado también mucho, sobre todo por comentarios que he leído al respecto de opiniones de católicos. Mi ángel no ha parado de decirme que una vez más la cruz es la clave. De un modo u otro, todos los ojos se volverán a miran al que traspasaron. Nadie queda inmune a la indiferencia ante este signo. Porque su vinculo nos toca en el rincón más escondido de nuestro ser, donde se encuentra la esencia del ser, y aunque no seamos consciente de ello una parte reconoce en la Cruz la verdad de un acontecimiento que nos desvela el amor inmensurable del Creador por su creación. Que desvela la verdadera naturaleza del Ser por excelencia. Una realidad que por si sola grita en nuestro interior aunque no tengamos capacidad de entenderla. "Nosotros si" me dice mi ángel. "Esa es tu única ventaja sobre nuestras capacidades". Cuando uno por la Gracia descubre la realidad de Dios en la cruz... Conoce el fin de toda tentación. No importa en que flete nos veamos envueltos, ni el tipo de influencias a las que seamos sugestionados. Jesucristo en la cruz marcó el camino, el modo y con su resurrección nos terminó de proporcionar la solución a nuestro paso. Y "ellos" también lo saben.

     Por eso la cruz es como un repelente. No se trata de un amuleto, no es ningún objeto al que se le pueda atribuir una fuerza sobrenatural, más allá de su significado natural. 

     Pero santiguarse y presignarse puede ser muy útil a lo largo del día para luchar contra las sugestiones de quienes no desean ver como ellos, condenados a agravio de nuestras propias elecciones cuando acabe este periodo que bien podríamos comparar como el de la vida uterina. Puedes estar unido muy íntimamente a otra persona, pero hasta que no llega el momento del alumbramiento y se mira a los ojos, y se toca la realidad que percibimos, no hay un conocimiento total. No se si me explico, a mi me gustó esta comparativa que mi ángel me hizo. Me dijo que ya me conocía entonces cuando estaba en el vientre de mi madre, y que ahora yo le conozco un poco mejor, pero que no será hasta el momento elegido en que yo pueda entender todo como está previsto y creado desde en principio... Y se momento llega, llega el momento del paso a otra vida para todos. Te lo creas o no, nadie escapa a la muerte y esa es la realidad que conocemos y que rompe la cruz. No por si sola, si no porque Jesucristo quiso demostrar en ella que no acaba la vida del ser en el momento de abandonar este cuerpo. Porque somos parte de la naturaleza del Padre y eso nos vincula en su eternidad. La libertad de la que hemos sido dotados nos implica a elegir como queremos vivir esa eternidad, no solo este paso, también el resto. Y seria de gilipollas el tener la oportunidad y dejarla escapar por el simple hecho de no querer quedar decepcionados. ¿Y si Dios no existe? ¿Y si esto es otra milonga humana? ¿Y si no hay nada más? ...

¿Y si lo hubiera?
¿Y si al llegar el momento en que ya no puedes elegir volver atrás descubres que si exista todo aquello que nunca quisiste probar? 

     Recuerdo la primera vez que probé el salmorejo, tenia más de veinte años y viviendo en el sur de Andalucia eso es inimaginable, pero cierto. Cuando lo probé ...Me arrepentí de la cantidad de años que había empujado a mi abuela y a mi madre a freírme patatas porque me negaba a comer el salmorejo.  Fue una sensación de: vaya, que imbécil he sido, todo este tiempo comiendo patatas fritas cuando esto me encanta y encima es mucho mejor. Y agradecer enormemente la continua insistencia de mi madre que conociéndome , incluso mejor que yo, nunca desistió de insistir en que probara un poco cada vez que lo hacia.  La salvación es algo muy parecido. Ahora estas en la ignorancia y una milésima de segundo después de cara a la brutal realidad viéndola con su óptica real.

     La persistencia es una aliada en este transito. Voy descubriendo que cuanto más me amparo bajo la protección de la cruz, lo que se que significa, menos fuerte son los ataques a mi ser, los externos y los internos. Suelo llevar una siempre encima, la del rosario me acompaña siempre en el bolsillo y desde que la marco en mi cuerpo descubro sus efectos beneficiosos en este combate.

     Marcar la cruz es un modo de confesar la fe que he recibido, y ellos que son el enemigo lo saben. Por eso es efectiva como escudo antes las sugestiones. Por que fue Jesús el primero en marcar la cruz con su cuerpo y creo el vinculo de la alianza eterna entre la tierra y el cielo. Entre el hombre mortal y el ser espiritual que habita en nuestro cuerpo. 

     Cuando estos días escuchaba tantas cosas al respecto de la cruz que le habían regalado al Papa, que si una ofensa comunista, que si tenia que haberla rechazado, que si unos a favor, que si otros en contra, si patatim-patatam... Yo lo único que podía ver por encima de todo es que se estaba hablando de la cruz. Que Jesucristo estaba allí una vez más, en los medios de comunicación expuesto, con el pecho traspasado, abriendo los brazos, ofreciéndonos el abrazo amoroso y eterno del Padre. Pidiendo con su divina sangre el perdón de mis pecados y lavando con su humillación la suciedad que habita en mi... La suciedad de un martillo, de una hoz, de un fusil, de tantas matanzas, de tantas aberraciones a la creación, de tantas veces que se mira a otro lado ante la injusticia, la necesidad del otro...

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Por tu divina sangre derramada en la cruz, sella mi pensamiento. Que ninguna enfluencia me aparte de tu conocimiento.

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Por tu divina sangre derramada en la cruz, sella mi boca. Que mis palabras no hieran a nadie, que sean como tu Palabra en mi vida.

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Por tu divina sangre derramada en la cruz, sella si corazón que sea dueña de mis pasiones.

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Por tu divina sangre derramada, sella el trabajo de mis manos, que no me canse de trabajar por tu causa en este tiempo.





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