DECISIONES... DIRECCIONES...Y AMIGOS DE CAMINO...

Anteayer tuve la oportunidad de recordar a Sor Rosa. Fue por varios motivos, el primero que Anita y yo después de varios meses recibimos la visita de otra hermana. Sor Valme vino a visitar a Ana, se va a hacer cargo de los enfermos y ancianos que visitaba Sor Rosa. Fue duro, al abrir la puerta y ver el habito... Sor Valme es más corpulenta de lo que era Sor Rosa, aunque comparten esa dulzura en el rostro que al mirarlas a la cara puedes verte como en un reflejo que te devuelve ese estado de animo más apaciguado y sereno, una paz que pocas veces alcanzo a encontrar entre tantas carreras a lo largo del día. Verla allí en el portal, fue como sentir la risa de mi ángel, un prometedor oasis en que descansar y recuperar fuerzas.

Estuvo una media hora de visita, e hizo mucho bien no solo a Anita que se la veía feliz porque además Sor Valme es amiga de juventud de Ana. También a mi me hizo mucho bien. Cuando se marchaba me dijo que estaba muy contenta de haberme conocido al fin, que Sor Rosa me quería mucho y me admiraba y que siempre llegaba al colegio contando cosas de mi. Que les hablaba  de mis historias a las hermanas... Me desarmó su revelación... Y lloré...

Yo si que la admiraba a ella, por su ternura, su saber estar y llegar al interior de quien tenia enfrente, por sus emociones que no dudaba en dejar aflorar cuando contaba o escuchaba algo... Caminamos poco tiempo juntas, pero me marcó para bien para el resto del camino.

Me dijo una vez ante una de mis inquietudes: En el fondo sabes cual es el único camino viable para recorrer, pero tienes mil maneras de hacerlo. 

Cuanta razón es sus consejos.  Hay diferentes direcciones que se abren frente a nosotros. Podemos elegir cual seguir, la maleta que llevar, el modo de recorrer el camino y con quien. Pero cuando se trata de hacer el camino de nuestra vida sabemos que la elección correcta está marcada a fuego en nuestro interior más allá de convencionalismos, éticas o doctrinas. La Sabiduría Divina sabe gritar fuerte en nuestro silencio interior.

Cuando despedí a Sor Valme comenzó a sonar mi móvil. Diosdicencias, no podían venir a recogerme al trabajo y el bus urbano, ese cacharro del infierno hermético y sin aire acondicionado solo me deja a mitad del camino de casa. Cuando acaba la zona urbanizada he de ir andando por los caminos de las afueras, en lo que la gente llama campo. Dos y media de la tarde, 48º te temperatura, ni una puñetera sombra, media hora de camino por delante... Sin abanico, gorra y con chanclas baratas que me pelan los pies ...  Esto iba a ser ir a dar un paseito turístico por el infierno...

Volví a pensar en los consejos de Sor Rosa, uno de ellos que no tenia porque rezar el rosario de una vez seguido. Casi podía ver en mi recuerdo su mano sujetando las ave marías, metí la mía en los bolsillos de mi jean y solo había dos cosas, tres, el móvil, el bono bus y el rosario. No había rezado esa mañana aún el rosario, así que era el momento. O me enfrentaba al reto maldiciendo todo el trayecto de camino a pie, o rezaba.

Para mi sorpresa pasó algo excepcional. El viernes tocan los dolorosos, pensé que cargada con la compra y el bolso no llegaba ni a ser una mala parodia, pero podía valer. No voy a cambiar el peso de hombro, no voy a protestar , voy a ofrecer este trayecto y voy a meditar en el Tuyo hacia el monte Calvario. Comencé a rezar justo después de hacer esta foto, la hice para enviarla como un chiste a mi amiga. Pero lo que pasó fue ... no sé como expresarlo.

Al principio sentí los pies ardiendo y mi cabeza por el intenso sol y el pelo corto y agradecí el agua que llevaba en la compra. Me mojé y bebí bastante y empecé a andar a la vez que rezaba. Entre en un estado raro de comunión en la propia oración. Dejé de sentir calor, agobio, o que se yo, simplemente podía soportarlo al envolverme en esa comunicación con Él. Al terminar el quinto misterio para mi sorpresa estaba frente a la cancela de mi casa, apenas habían pasado quince minutos, había ido caminando muy aprisa sin darme cuenta. En las condiciones ambientales que estaba hubiese necesitado el doble o triple de tiempo.

Volví a pensar en Sor Rosa en lo que comentaba al respecto de sentirse transportada cuando rezaba el rosario... Y supe entonces a que podía haber querido referirse. Verdaderamente hay mil maneras de hacer un mismo camino y una sola que desbancará al resto proporcionándonos degustar la Vida Eterna en un instante.


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