A GOLPES DE CARIDAD.


No creo en la casualidad, lo sabes si me conoces.

Hoy volviendo del trabajo me enfrento a la realidad de mis propios sentimientos. Una vez más me siento indigna de la fe que Dios deposita en mi para ciertos servicios. No me siento cualificada. Pero confío en que Él sabe más.

En mi trabajo hoy vino de visita sor Rosa, y mantuvimos una larga charla sobre el voluntariado, sobre la caridad y sobre el modo de hacer el bien. De vuelta a casa me bullían en la cabeza muchas frases mientras conducía. 
Y hay llegó la diosdicencia.

Ya en el barrio estaciono el coche junto al parque mientras recojo a mi hermana que está en el kiosco. Me mantengo a la espera dentro del coche y esa risa sarcástica que nada tiene que ver la dulce risa de mi ángel suena en el ambiente. A ese también le conozco, pero ni le dirijo la palabra, ni le presto atención, es el tentador que siempre está al tanto para dar el golpe mortal. 
"Mira, ahí tienes para lo que sirven vuestras estúpidas obras de caridad"
Le veo de espaldas, fumando, entre el grupo de chicos que se reúnen siempre en el mismo lugar y que no tienen muy buena reputación en el barrio.

Joder, que mierda. Pienso y me invade la tristeza.

Eso provoca un desencadenamiento de acusaciones por parte de mi enemigo que se regodea mientras las sueltas sin reparo. "Preocupada por ayudar. Perdiendo el tiempo para eso. Siendo la critica de los conocidos. Haciendo mal el servicio al derrochar en quien no tiene voluntad de cambiar..." 

Entre su retahíla de mierda le escucho a él, a mi ángel que hasta entonces está en silencio. Solo dice una palabra: Mírale.
Y sucede, como si él chico de pronto sintiera mi presencia, se gira y me mira, se cruzan nuestras miradas y su rostro palidece. Agacha la mirada, la cabeza y se encoge. Me ha visto y sabe que lo he visto. No puedo evitar que el corazón me de un vuelco y esa mirada me desarma y deja mudo a mi enemigo. 

Fueron un par de minutos que parecieron horas. El chico en cuestión pertenece al grupo de personas que ayudamos desde Cáritas parroquial. Cuando hice el curso de ayuda a la prevención y rehabilitación a la drogodependencia, nunca pensé que me enfrentaría enseguida a la practica. 
"Pues vaya mierda de nota que has sacado en el curso, jajaja, mira para lo que ha servido la tarde que hablaste con él. Las indicaciones, el CTA, sus lagrimas de cocodrilo, tus oraciones." El enemigo no calla, golpea con toda su mala leche, que pesado. 
Ya no miro más que de reojo en esa dirección, pero él se vuelve tres veces más a mirar con disimulo hacia el coche y cada vez que lo hace su mirada parece más triste, más. Y en el fondo se que nada de lo que dice el imbécil ángel caído que sigue con su lista de acusaciones tiene que ser cierto.  
Vete al carajo, no me afecta nada de lo que dices. Le espeto. 

Motivos por lo que se que no esta todo perdido. Muy sencillo porque conozco esa mirada, se parece a la que asaltan mis ojos cuando me arrepiento, cuando busco el consuelo del Señor. Y recuerdo lo último que le dije al chico: no es fácil, pero si otros pueden tú también. Yo pienso estar aquí cada vez que necesites hablar con alguien y no voy a juzgarte por nada de lo que me cuentes.

Y mis propias palabras ahora me sirven a mi. 

Existen batallas que no podemos ganar por puños, solo pueden ser ganadas a golpes de caridad. 

Por mucho que analicemos el campo de batalla, la jugada a realizar, aunque conozcamos al enemigo, sigue estando fuera de nuestro alcance la victoria si no contamos con la experiencia de haber sido antes destinatarios de esa misma caridad por parte de nuestro Señor.  

No voy a darme por vencida, voy a poner de mi parte todo lo que puedo porque se que lo que no soy capaz lo pone Dios. Y no, no me rindo, ahora más que nunca se que a golpes de caridad puedo ganar mi porción del reino. El que Cristo nos ha prometido a todos. 

Comentarios

  1. Cosa curiosa la que me ha pasado esta mañana que me hizo pensar y sobre todo descubrir que Dios no queda callado al margen de nuestras inquietudes.
    Resulta que los sábados, le llevan la Comunión a la abuelita que cuido. Esta mañana Manolo se ha equivocado y ha leido el evangelio que no correspondia, pero a mi esa diosdicencia me ha venido como anillo al dedo, para responder a estas inquietudes internas. La caridad que ofrecemos a los demás es limitada, pero si repartimos de la que Dios tiene con nosotros, esa Caridad no se agota nunca :)))))

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  2. Muchas. Veces. El. Enemigo. Hace. Creer. Que. No. Existe, utiliza. El. Bien. Para llevarte. Al. Mal. He. Tenido. Esta. Experiencia muchas. Veces, creyendo. Que. Las. Rencillas. Se. Habían. Pasado,


    La. Última. Vez. Aje. Vi. A esa. Niña, la. Frene, y. No. Ha. Reconocido. Su. Error, ella. Se. Sale, que. Me. Saludo y no. Le.

    Negué. Ese besito. Que. Me. Quería. Dar, pero. No. Reconoce. Esa. Zancadilla, para. Después. El. Desprecio,


    Como. Frenar. A. Este. Tipo. De. Personas?..

    En. Personas. Que. Actúa. Con. Doblez, la. Caridad. No. Le. Sirve. De. Nada, cuento. Esto. Por. Mi. Experiencia

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    1. Lo importante es hacer uno el bien, amiga. tratar a los demás como nos gustaría ser tratados y el resto, dejárselo a Dios. A veces obtenemos respuestas muy injustas, pero cuando hacemos el bien, tenemos que contar siempre con el maligno que está en el bando contrario, influenciando y metiendo mierda a los demás para que no respondan según lo que esperamos. no desesperes. tú pórtate bien y si te desprecian, ofrece a Dios su desprecio. Lo mejor es saber que hacemos las cosas bien, el resto ya dios sabrá porque sucede de ese modo.
      Un beso guapa.

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  3. Me. Gusta. Este. Tipo de letra, amiga

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  4. Es. Curioso, el. Rencor, se. Reviva. Cuando. Ves. Al. Enemigo, cuando, no lo. Ves, todo. Feliz.

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    1. Bueno eso depende de muchas cosas: de que tipo de enemigo sea el nuestro, del motivo por el cual lo consideramos enemigo y de nuestro propio modo de sentir sentimientos como el dolor, el rencor, el perdón...
      Es muy importante saber diferenciar estas cosas y dar una lectura real a las experiencias que vivimos. Y sobre todo cuando tenemos dudas ponernos en la piel del Señor. Yo cuando no consigo afrontar bien lo que siento suelo decirme a mi misma: ¿Que haría Jesús en esta misma situación? Y partiendo de esa meditación, intento afrontarlo.
      Animo amiga, y sobre todo no devuelvas mal por mal. El mal como mejor se vence es dándole un golpe de caridad y buena fe.

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  5. Donde. Nadie. Me. Oye, suena. Que. En. Los. Blogs. Donde. Nos. Expresamos, es. Un. Lugar, misterioso, un. Lugar. Aje. Es


    Que. Es. Un. Verdadero. Refugio, donde. Nadie. Ve. Tu. Cara, ni. Escucha. Tu. Voz, Sino. Sólo. Un. Texto. Escrito


    Y, quien. Te. Lea, jo. Sabes. Como. Eres. Físicamente


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    1. A veces Alba, el ritmo que nuestra sociedad nos impone es tan frenético, que ni siquiera nos da opción a conocer a las personas con quienes nos relacionamos en la vida cotidiana. Es ahí donde entra inconscientemente en juego la opción de guiarnos por lo primero que vemos: el físico, el modo en que las personas se expresan o como se comportan. Y no somos siempre consciente de la cantidad de personas que por hacer una selección rápida no conocemos. No todos somos igual, Dios sabia lo que hacia y nos hizo con infinidad de diferencias y cárismas. Dentro de cada ser hay algo grandioso que descubrir, pero la velocidad a la que vivimos amortigua y en muchos casos incluso elimina lo bello que llevamos dentro. Entonces las personas se vuelven aisladas, desconfiadas, solitarias. Curiosamente en plena era de las comunicaciones el hombre cada vez se encuentra más sólo pese a estar rodeado de semejante y de medios de comunicación. Esto de internet, a menudo nos da la oportunidad de detenernos un poco, dedicar tiempo a sentarnos y a conocer un poco al otro, sin basarnos en una selección rápida acorde a los cánones que el mundo impone. Y también da la oportunidad a personas más tímidas o que les cuesta más expresarse la oportunidad de hacerlo con menos miedo y más relajada.
      Como en la vida real, si le dedicamos un poquito de tiempo y ganas, seguro que conocemos personas estupendas detrás de lo que intuimos o queremos ver después de una primera valoración, que en muchas ocasiones no hace méritos a la verdad que podríamos descubrir solo mirando con más tranquilidad y la mente despaja de intolerancias.
      Un abrazo grandote guapa.

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