APOSTANDO AL GANADOR.

 "Si un catequista se deja poseer por el miedo, es un cobarde; si un catequista se queda tranquilo, acaba como estatua de museo; si un catequista es rígido, se vuelve estéril".Hay que cambiar, para adecuarse a las circunstancias en las que se debe anunciar el Evangelio, a veces, en la comunidad de la Iglesia, "es como estar en una habitación cerrada, y luego nos enfermamos; claro, si vamos a la calle podemos tener accidentes, pero yo digo que prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma".

"La catequesis es un pilar para la educación de la fe, y se necesitan buenos catequistas"; por ello hay que volver a partir de Cristo, que significa "no tener miedo de ir con Él a las periferias".

(Papa Francisco. Audiencia a los participantes del Congreso Internacional sobre la Catequesis organizado en el ámbito del Año de la Fe)

     Cuando una es impulsiva, visceral, y suele saltar al vacío desde las azoteas en pos del amor... Te conviertes en una suicida. Puede sonar cursi escrito así, pero yo soy una romántica que con la edad estoy perdiendo el poco miedo que me queda ya a no ser comprendida. Nunca he entendido mi relación con Jesucristo de otra manera. Apostar todo en una sola baza, saltar al vacío tras Él, aún sin saber. Yo jamás he sido capaz de dejarme caer hacia atrás en brazos de nadie, de nadie. pero no sabes cuanto porrazos he dado por saltar creyendo que seria capaz de mantenerme en pie por mi misma. Y luego está Él. 

     Me hago mayor, pero en contra de la lógica natural, cada vez soy más impulsiva, más arriesgada, más valiente y presta a saltar si se que Él es mi objetivo.  Hoy, veinte años después tengo más ilusión en mi misión como catequista de la que tenia cuando empecé. Quizá porque Él me ha instruido, me ha encauzado, se me ha donado y lo que puede parecer arriesgado no es más que el reflejo de la confianza que siento porque se que está constantemente a mi lado y que su Gracia me basta.

     Pese a ello estoy acojonada, ese es mi otro estado. En mi parroquia no hay juventud. Y los niños de comunión suelen desaparecer todos después de hacer la primera, jeje, así que cuando D. Ignacio, me pidió que me hiciera cargo de Jessi para darle catequesis de confirmación. No me lo pensé, salté y dije sí. Pero un instante después ya estaba asustada. Primero por no estar a la altura, luego por miedo a que solo estuviera Jessi, más tarde porque se unió Abraham, hoy porque ya el grupo de adolescente va por cuatro y mañana porque seguro que no me sentiré de nuevo a la altura. El caso es que el demonio siempre está tan cerca de mi como Dios, intentando bloquearme, pero sabes...Pienso saltar, voy a hacerlo aunque me parta las piernas en el intento, sal-ta-ré. Cualquier riesgo, cualquier miedo, cualquier obstáculo que me separe de hacer lo que debo merecerá la pena el sacrificio. 

     A mi no me ha rescatado de la muerte Cristo para quedarme bloqueada. No me ha resucitado de mi desanimo, para que yo tire la toalla a la primera de cambio. Las grandes historias de amor existen para ser contadas, para ser compartidas. Y para que puedan repetirse y otros las vivan también. Por eso se que cuando Francisco dice: 

"...prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma..."

     En el momento en que yo escucho el mensaje va dirigido intransferible para mi y ya solo me queda ser consciente de a que he sido llamada y saltar.

     Si te encuentras en una situación similar, no tengas miedo de saltar y apostar por el Señor. Y aún con miedo, salta, que ya verás que sorpresa...

     Jesucristo tiene vendas especiales para los corazones desgarrados. Seguro que has leído en más de una ocasión esta frase o la has escuchado. Pero yo te aseguro que también tiene vendas especiales para las rodillas desconchadas. No te limites a la mediocridad en la misión que te sea encomendada, apuesta fuerte, porque cuanto más apuestes ... más ganarás. Jesucristo lo hace todo nuevo, todo grande, todo posible.