NOVENA A SANTA ANA. DÍA 7.


Gloriosa Santa Ana, llena de compasión por los que te invocan, de amor por los que sufren, muy cargado con el peso de mis problemas, me arrodillo a tus pies y humildemente pido que tomes mi necesidad presente bajo la protección especial .. .
(Estado de su intención en este caso.)
Gloriosa Santa Ana recomendar a su hija, la Virgen María, y ponlo delante del trono de Jesús. No ceso de interceder por mí hasta que se conceda mi petición. Por encima de todo, obtener para mí la gracia que algún día conocer a Dios cara a cara, y con vosotros y María y todos los ángeles y santos alabándolo por toda la eternidad.
Amén

O bien Santa Ana, tan justamente llamada la madre de los enfermos, la cura para aquellos que sufren de la enfermedad, mira con bondad a los enfermos por quienes rezo.
Aliviar sus sufrimientos; hacer que santificar sus sufrimientos por la paciencia y la sumisión total a la voluntad divina, y por último se digne a obtener la salud para ellos y con ella el firme propósito de honrar a Jesús, María, y usted mismo por el fiel cumplimiento de los deberes.
Pero, misericordioso Santa Ana, te pido sobre todo por la salvación de mi alma, en lugar de la salud corporal, porque estoy convencido de que esta vida pasajera nos es dado exclusivamente para asegurarnos una mejor. No puedo obtener una vida mejor sin la ayuda de la gracia de Dios. Yo sinceramente les ruego a los enfermos y para mí, sobre todo la petición de que estoy haciendo en esta novena ...
(Estado de su intención en este caso.)
... Por los méritos de nuestro Señor Jesucristo, por la intercesión de su Madre Inmaculada, ya través de su mediación eficaz y poderoso, te ruego.
Amen.

Padre nuestro ...
Dios te salve María ...
Gloria al Padre ...
Ruega por nosotros, Santa Ana, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
Amen.

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