Jesús nos pone en guardia sobre la falsa religiosidad .

   Creo que comenzar la semana con las sabias palabras del sucesor de Pedro. Es de lo mejor que puede pasarnos, más si el Señor nos permite poder cumplirla compartiendo lo bueno que Él nos siembra en nuestro corazón con tanto amor y misericordia.

REFLEXIÓN DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI.
Queridos hermanos y hermanas:
En la Liturgia de la Palabra de este domingo emerge el tema de la Ley de Dios, de su mandamiento: un elemento esencial de la religión hebraica y también de la cristiana, donde encuentra su pleno cumplimiento en el amor (Cfr. Rm 13, 10). La Ley de Dios es su Palabra que guía al hombre en el camino de la vida, lo hace salir de la esclavitud del egoísmo y lo introduce en la «tierra» de la verdadera libertad y de la vida. Por esto en la Biblia la Ley no es vista como un peso, una limitación oprimente, sino como el don más precioso del Señor, el testimonio de su amor paterno, de su voluntad de estar cerca de su pueblo, de ser su Aliado y escribir con él una historia de amor. Así reza el pío israelita: « En tus preceptos tengo mis delicias, no olvido tu palabra. (…) Llévame por la senda de tus mandamientos, porque mi complacencia tengo en ella» (Sal 119, 16.35). 

En el Antiguo Testamento, aquel que en nombre de Dios transmite la Ley al pueblo es Moisés. Él, después del largo camino en el desierto, en el umbral de la tierra prometida, proclama: «Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las normas que yo te enseño para que las pongas en práctica, a fin de que vivas y entres a tomar posesión de la tierra que te da el Señor, Dios de sus padres» (Dt 4, 1). 

Y he aquí el problema: cuando el pueblo se establece en la tierra, y es depositario de la Ley, se siente tentado a poner su seguridad y su alegría en algo que ya no es la Palabra del Señor: en los bienes, en el poder, en otras “divinidades” que, en realidad son vanas, son ídolos. Ciertamente, la Ley de Dios permanece, pero ya no es lo más importante, la regla de vida; se convierte más bien en un revestimiento, una cobertura, mientras la vida sigue otros caminos, otras reglas, intereses individuales y de grupo con frecuencia egoístas. Y así la religión pierde su sentido auténtico que es vivir en escucha de Dios para hacer su voluntad, y se reduce a práctica de usanzas secundarias, que satisfacen más bien la necesidad humana de sentirse bien con Dios. Éste es el grave riesgo de cada religión, que Jesús individuó en su tiempo, pero que también se puede verificar, lamentablemente, en la cristianidad. Por tanto, las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy contra los escribas y los fariseos deben hacernos pensar también en nosotros. Jesús hace propias las palabras del profeta Isaías: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres» (Mc 7, 6-7; Cfr. Is 29,13). Y después concluye: «Dejando el precepto de Dios, se aferran a la tradición de los hombres» (Mc 7, 8).

También el apóstol Santiago, en su Carta, advierte acerca del peligro de una falsa religiosidad. Él escribe a los cristianos: «Pongan por obra la Palabra y no se contenten sólo con oírla, engañándose a ustedes mismos» (Santiago 1, 22). Que la Virgen María, a quien ahora nos dirigimos en oración, nos ayude a escuchar con corazón abierto y sincero la Palabra de Dios, para que oriente nuestros pensamientos, nuestras elecciones y nuestras acciones, cada día. 

(Traducción: María Fernanda Bernasconi- RV).

FUENTE:http://es.radiovaticana.va/

Comentarios

  1. Gracias y un cariñoso saludo amiga mia.

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  2. ¡Hola Mento!, vengo a visitarte desde el blog de Marian y me ha gustado lo que veo.
    Realizas una hermosa labor con tus blogs, así que, con tu permiso, me quedo como seguidora.
    Un beso.

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    1. BIENVENIDA A ESTE RINCÓN.
      Rosa a qui todo el mundo tiene su sitio, me encanta la gente que lo frecuentan y la relación que se va creando, ya irás conociendo a los amig@s y dejando que te conozcamos, aunque si vienes del blog de Marian, seguro ya conoces algunos.
      Me gusta que te quedes como seguidora pero aquí solo se sigue a Uno, los demás somos todos amig@s.
      Un abrazo grandote.

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  3. Amen...amen...amen.
    Me encanto tu post!!!

    Un abrazote y mil bendiciones Mento.

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    1. Es que Jesucristo habla tan clarito por boca de sus ministros, me encanta una reflexión como esta que ayuda con tanta sencillez.
      Un abrazo.

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  4. Hace unos años era más complicado conocer las palabras del Papa, pero hoy en día, gracias a Internet, las tenemos de primera mano. No dejemos de leerlas porque son una ayuda imprescindible para nuestra vida interior. Gracias, Mento. Un abrazo fuerte!

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    1. Pues sí Elige. Yo cuando voy viendo todo lo que este medio (bueno o malo) pone a nuestro alcance no puedo dejar de pensar en quien fue el papa de mi juventud, en mi querido hoy Beato Juan Pablo II que fue un visionario de la nueva evangelización en estos nuevos medios. Bajo su protección me pongo cada vez que tengo que ponerme frente a la pantalla. Tenemos la oportunidad de hacer el bien hasta desde casa, así que ya no hay excusas para nadie. Se que soy muy repetitiva y que lo he dicho en varias ocasiones. Pero no puedo dejar de pensar en Santa Teresita del Niño Jesús si cuando cayo en cama en vez de escribir a mano hubiese tenido una conexión a Internet. Hay tantos conventos hoy en día regalando mediante este medio lo más valioso que hay entre sus paredes. Es... Yo me emociono, que quieres que te diga. Y le doy gracias a Dios de brindarme esta oportunidad de ser también participe junto a muchos otros cristianos de poner mis recursos al servicio del Evangelio para que Jesucristo algún día también ocupe su titulo de Rey en este universo virtual que es Internet, unidos en CRISTO LO CONSEGUIREMOS.

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