UN AÑO DESPUÉS.
Quién asiste a una M.J.M. no lo olvida en la vida. Es una experiencia única, irrepetible, aunque vuelvas a acudir a otras a lo largo de la vida. Cada Jornada tiene su propio lema. Yo como ya alguno de vosotros sabe, he tenido la fortuna de acudir a dos. La primera en el 97 en París, con el aún Papa de mi juventud, mi muy querido ahora Beato, Juan Pablo II. Entonces buscaba mi sitio en la vida, buscaba saber que quería Dios de mi, necesitaba saber si yo podía darme como debía y bajo el lema: ¿Maestro donde vives? Ven y lo verás. Viví los acontecimientos más importantes de toda mi juventud, viví junto a Jesucristo la experiencia única de saber que quería realmente Él de mi. Tuve la experiencia que mi vida necesitaba en aquel momento y tomé el camino apropiado. Lo que viví en aquella primera jornada me ha ayudado mucho. Tal vez por eso desde que supe que la del 2011 seria en Madrid, tenia muy claro que debíamos asistir. Esa vez más que por mi, por Pepe.
Él me había oído contar, había visto vídeos, fotografías. Pero yo quería que viviese esa experiencia de sentirte joven, de encontrarse con su yo más autentico entre la muchedumbre, entre muchos, muchísimos y sentir que era único y especial para Dios. Hoy hace un año que salimos de madrugada hacia Madrid con algunos hermanos de la parroquia. La foto nos la sacamos en la furgoneta con los primeros rayos del sol, justo antes de parar a rezar los laudes. (Se nos nota la felicidad del momento.) Vivimos unos día importantes a nivel de fe y que nos han servido para lo que hemos durante el resto de año que tenido que afrontar. "Firmes en la fe". Sin experiencias de fe, sin que Dios no te deje experimentarlo, jamás seriamos capaces de mantenernos firmes. Sin la prontitud con que Dios te ama primero ¿como alcanzar y sostener la fe? Jesucristo es quien siempre te sale al encuentro y te ama primero, quien se entrega sin condiciones y te ama como un adolescente enamorado para que no dudes de su amor sincero. Con esa prontitud de la juventud que tanto se manifiesta y se hace presente durante las jornadas mundiales. Hace un año yo estaba muy mal de salud con los medicamentos para los nervios, Aún puedo recordar como me ponía cada vez que bajábamos al metro de Madrid, con el barullo que me daban ataques de pánico y ansiedad y me entraba flato. Más en esa debilidad, mayor era la manifestación de fuerza que me daba el Espíritu Santo. En ningún momento llegué a caerme del todo, ni a perder el conocimiento, como si me ha llegado a pasar en casa.
Solo eso me hubiese bastado.
Sin embargo Dios no se encoge, no se achica a la hora de donarse. Ha hecho maravillas en mi esposo, en mi matrimonio. Ahora, pese a todas las incidencias que nos asaltan, a los problemas del día a día y a mi estado de salud que mejora demasiado lento. Pepe y yo, a diferencia de lo que muchos creían, a diferencia de lo que algunos esperan, hoy, podemos decir que seguimos en pie. Juntos, firmes en la fe.
La noche de la vigilia los que estuvisteis sabéis que digo verdad. Que el cielo nos azotó como si una legión de demonios nos quisieran echar de allí. Los rayos, la tormenta, el viento, el agua. Pero para que se cumpliera nuestra causa, aguantamos firmes, esperando, aguardando a Jesús. Él estuvo allí con nosotros en la persona de su S.S. Benedicto XVI. Aguantamos firmes en la fe de los que no sienten el azote del mal como una tragedia, fuimos los que aguardan a Dios. Y Él se nos manifestó. En la Santa Eucaristía del día siguiente donde el sol tenia un color especial. Y en cada cosa que nos susurro al corazón y al oído abierto. Como en aquella noche, Pepe y yo seguimos firmes en nuestros votos, pese a lo difícil que a veces se torna el matrimonio y la convivencia cuando son tantas las tentaciones, las facilidades que da el mundo para que cada uno salga por patas en una dirección. En Septiembre hará diez años que nos casamos y ninguno de los diez ha sido fácil. Como la tormenta de la vigilia hemos sentido muchas veces los azotes sobre nuestro matrimonio y nuestra familia. Pero después de lo que Pepe y yo vivimos hace un año, ahora no solo yo soy la parte de la pareja que sabe la verdad. Ahora podemos con la experiencia que da la fe decir juntos que nos mantenemos firmes en la fe.
HOY ROSARIO BLOGUERO, TE INVITO A REZARLO POR ARCEN QUE AYER COMENZÓ SU TERAPIA CON QUIMIO.