SIN SENTIDO.Donde nadie me oye.


No tiene sentido quejarse cuando a mi alrededor veo tanto sufrimiento. Cuando la sociedad gime el infortunio de casas de familias rotas por la crisis, matrimonios separados, hijos sin norte. Miras y ves como van sin rumbo, algunos incluso ajenos a su propia ruina de vida que tan palpable es para otros con solo echar un vistazo.

¿Quién soy yo para quejarme Señor de mi poca fortaleza física?
Tú sabes más.

¿Qué sentido tiene quejarme de la injusticia social de la que he sido victima? 
Tú conoces la causa a esta respuesta y la tienes en cuenta para un bien que ahora desconozco.

¿Porqué me lamento cuando ya he experimentado que tu Gracia me acompaña?
Tú vas a mi lado y en el trecho difícil te me adelantas.

Dame Señor de ese Espíritu Santo que me instruya, que me enseñe a ver el camino angosto y no temerlo.
Que en la confianza de saber que Tú caminas a mi lado sienta esa alegría bruta. 
Que solo en la certeza de saberme haciendo lo correcto pueda encontrar el descanso.