LA HISTORIA CUENTA QUE CANTABAN.
Muchos son los que dudan de lo verídico del canto de los cristianos mientras salían al foso del Coliseo en Roma. Yo no estaba allí, así que todo lo que pueda escribir es basándome en mi hipótesis, lo que he podido aprender en la biblia y mi propia experiencia.
Personalmente solo daría la vida que tengo por cuatro personas. Por mis hijos, por mi marido y por mi hermana. Pero son afectos tan fuertes y personales que como yo cualquiera podría .
Dar la vida por una doctrina, por la fe transmitida de otros... Ya es otra historia ¿Cantaban realmente aquellos cristianos?
Pero si ellos no conocían a Jesucristo, la mayoría solo de lo que oían y de la Eucaristía. Vamos, como tú y como yo. ¿Cantaría yo dando la vida de un modo tan tremendo como era ser devorado por leones? Yo no cantaría, no en esta actitud presente. Hoy antes del alba, mi marido se ha vuelto a marchar después de pasar una semana en casa y la vida se va con él. Porque tengo la vida puesta en un cimiento sin solidez. Solo quien cimenta su vida en quien ha vencido a todas las potestades puede cantar. Solo quien en Jesucristo pone toda su esperanza, tiene la garantía de saber que nada, por muy terrible que pueda suceder podrá con él. Porque su debilidad humana al unirse a Jesucristo, pasa a convertirse en Divina, a lo que hemos sido llamados, para lo cual nos crea el Padre. Dios padre es Divinidad y todo lo que sale de su mano es Divino. Y si el hombre experimenta de ese modo el Espíritu de Dios en él mismo, descubre en primera persona la Divinidad de Dios haciéndose una en él. No solo creo que entonces pudieran cantar, si no callar y derramar cada una de sus gotas de sangre como hizo el Nazareno, el hijo de José y de María, el Hijo de Dios, el Hombre que fue obediente hasta la cruz por la salvación de todos. Y si aquellos primeros cristianos experimentaban esto, que yo solo puedo llegar a imaginar, ¿cómo no iban a cantar? ¿Qué era para ellos aquello? Nada. Un mal rato y luego, la Santidad junto al Padre y a ese Jesús de Nazaret.
Dar la vida por una doctrina, por la fe transmitida de otros... Ya es otra historia ¿Cantaban realmente aquellos cristianos?
Pero si ellos no conocían a Jesucristo, la mayoría solo de lo que oían y de la Eucaristía. Vamos, como tú y como yo. ¿Cantaría yo dando la vida de un modo tan tremendo como era ser devorado por leones? Yo no cantaría, no en esta actitud presente. Hoy antes del alba, mi marido se ha vuelto a marchar después de pasar una semana en casa y la vida se va con él. Porque tengo la vida puesta en un cimiento sin solidez. Solo quien cimenta su vida en quien ha vencido a todas las potestades puede cantar. Solo quien en Jesucristo pone toda su esperanza, tiene la garantía de saber que nada, por muy terrible que pueda suceder podrá con él. Porque su debilidad humana al unirse a Jesucristo, pasa a convertirse en Divina, a lo que hemos sido llamados, para lo cual nos crea el Padre. Dios padre es Divinidad y todo lo que sale de su mano es Divino. Y si el hombre experimenta de ese modo el Espíritu de Dios en él mismo, descubre en primera persona la Divinidad de Dios haciéndose una en él. No solo creo que entonces pudieran cantar, si no callar y derramar cada una de sus gotas de sangre como hizo el Nazareno, el hijo de José y de María, el Hijo de Dios, el Hombre que fue obediente hasta la cruz por la salvación de todos. Y si aquellos primeros cristianos experimentaban esto, que yo solo puedo llegar a imaginar, ¿cómo no iban a cantar? ¿Qué era para ellos aquello? Nada. Un mal rato y luego, la Santidad junto al Padre y a ese Jesús de Nazaret.
La tristeza hoy me embarga, miro el cepillo de dientes lila solo en el vaso y no puedo reprimir unas lágrimas. Me falta mi Pepe. Cuanto he de aprender de esos primeros Padres de la Iglesia. De esos primeros cristianos que no se aferraron a sus alforjas, sino que vivieron con intensidad el anuncio recibido de ese Jesús de Nazaret que había pasado curando enfermos, resucitando muertos y escandalizando a las masas con una doctrina diferente. Había venido a ser el último, conociéndose Hijo de Dios. Habría que estar loco para seguir al tío ese o por el contrario probaron y vieron que Él no mentía. Que en ser el último, el que no vale, el que dejan a un lado o el que se queda solo, con Cristo en su vida como prioridad, pasa a ser un bendito del Dios Padre.
No me extraña que cantasen, no. No.
Rezando laudes esta mañana decía la antífona a la 1ª:
Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos en su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
Y ya el Señor me dio la respuesta a mi tan mañanera pregunta. ¿Cantarían los cristianos esperando una muerte tan ruda? Y no me cabe la menor duda de que sí.
De pronto se me vino un nombre a la cabeza:
- Aleluya. Venid, adoremos al Señor, rey de los apóstoles, Aleluya.
Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos en su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
Y ya el Señor me dio la respuesta a mi tan mañanera pregunta. ¿Cantarían los cristianos esperando una muerte tan ruda? Y no me cabe la menor duda de que sí.
De pronto se me vino un nombre a la cabeza:
San Ignacio de Antioquia.
Fue consagrado obispo por los primeros discípulos de Jesús. El tercero después de Pedro y de San Evodio. Mártir. Entregó su vida para gloria de Dios. Si no conoces la historia, te facilito este enlace, te gustará saber que era otro hombre como tú y como yo.
En este enlace puedes leer el interrogatorio al que fue sometido antes de morir y conocer algunos datos de su biografía. También leer la carta que escribió a los efesios. Pero si no quieres descargarla que es lo que sucede al pinchar sobre el enlace . Te facilito este otro para que leas directamente.
Toda tu entrada me lleva a dar Gracias!!!!
ResponderEliminarMe alegro Gosspi, es como tiene que ser.
EliminarUn abrazo.
Bueno, Mento, espero que el blog te ayude a sentirte acompagnada. Gracias por todo
ResponderEliminarLa buena compañia nunca está de más Wells, y se agradece la verdad, y mucho. Pero el mejor acompañante para las heridas del alma siempre es Dios. Es en él y solo en él en quien debemos sentirnos. Yo si no fuera por la oración en estos momentos me tiraria de los pelos, la verdad. Pero saber que Él está y que me escucha y me permite escucharle también, es lo único que realmente me da fuerza en los momentos de bajón.
EliminarUn beso amiga.
¡Que el Espíritu Divino nos ayude
ResponderEliminaramar a quien tanto nos ama y nos espera
en una eternidad!
Me alegra que extrañes a tu Pepe,
así no lo olvidas en la oración.
SL2!!
DTB!!
Ay María mi Pepe y yo estamos unidos con el mejor pegamento,je,je, con Jesucristo como punto de unión. Se pasan baches, como este de la distancia, pero con amor y paciencia todo se supera. La oración para alguien tan trasto como yo es fundamental, claro que sí, si no me subo por las paredes como Espiderman.
EliminarBesitos.
A mí no me extraña en absoluto que cantaran, porque en realiadad era El quien cantaba en ellos por la fuerza de su Espiritu.
ResponderEliminarEstoy segura que cuando Dios pide una cosa da la fuerza para ello.
Un abrazo
Completamente de acuerdo contigo Caminar, nunca nos pide algo que no sepa que podemos salvar.
EliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo con Caminar. Era Él quien cantaba por ellos.
ResponderEliminarUn beso y muy feliz día.
pues ya somos tres Capuchino, me alegro de ver que has solucionado el problemilla del perfil.
EliminarUn abrazo.
Hola dulce Mento * Paz y Bien hermanita re linda !!!
ResponderEliminarPuès yo siento y pienso lo mismo que caminar y Capuchino de Silos !!! Amèn
Somos cuatro y muchos màs hermanitas !!!!
Mento quiero que te dibujes una sonrisa y que cantes hermanita !! regalale una canciòn linda a Nuestro Señor !!
Gracias por estar mento y compartir !!
Un inmenso abrazo de corazòn a corazòn
Paz y Bien * para todos de todo corazòn ♥ *
Pues sí Juli preciosa, asi es y mira, voy a cantar ( literalmente te canto)"Por eso cantamos, la muerte es absorbida en la victoria, aleluya, aleluya,aaa. ¿Oh muerte donde está tu victoria?..."
EliminarBesos, me alegras siempre con tus mensajes que dejan ver al Señor en su dulzura a través de ti.
Muy bonito, buen post!
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