NOVENA DE ADVIENTO.

Día 2    


Cuando Isabel oyó el saludo de María, el infante saltó en su seno e Isabel quedo llena del Espíritu Santo. Y dijo a grandes voces: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Y cómo es que la made de mi Señor viene a mí? Y dijo María: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.(Lc 1, 41-43, 46-47)
Meditación.
La creación, incluídos nosotros mismos, forma parte de un plan general del Creador. Pero, nuestros primeros padres fueron tentados por el diablo y desobedecieron a Dios. Por esta razón perdieron para ellos y para toda la posteridad la vida de la gracia y santidad. Este es el estado de pecado original en que todos nacemos. Las puertas del cielo fueron cerradas a la humanidad como resultado del pecado original.
Por eso, fue necesaria la Redención que llevó a cabo Jesús, quitando el pecado del mundo (Jn 1, 29). Solamente por Cristo puede el hombre pecador llegar a ser hombre celestial como Dios lo había dispuesto (1 Cor 15, 45-49). 
Adviento es el tiempo para avivar nuestra esperanza de la revelación como hijo de Dios (Rom 8, 19). Es esperar la venida de Cristo por gracia en Navidad y su venida final cuando se cumpla el plan de Dios para todos los revestidos en Cristo por la fe y el Bautismo.
Dios nos da a conocer su plan por medio de los Profetas, y en Adviento la Iglesia nos repite sus palabras. Los grandes precursores fueron Isaías y Juan Bautista, a los cuales se añade otros como Baruc, Jeremías, Sofonías y Miqueas, hasta que llega Jesús en quien se cumplen todas las promesas que Dios había hecho.
Desde el día de la Anunciación, María, mejor que nadie en le mundo, tuvo la dicha de conocer la plena verdad de que es Dios quien viene al mundo. Meditando en el misterio de Cristo, "el Hijo del Altísimo", comenzamos a entender que Él nos incorporó a Sí mismo al hacerse hombre y que volverá de nuevo dándonos la salvación para establecer su Reino eterno.
Desde el día de la Anunciación, María, mejor que nadie en le mundo, tuvo la dicha de conocer la plena verdad de que es Dios quien viene al mundo. Meditando en el misterio de Cristo, "el Hijo del Altísimo", comenzamos a entender que Él nos incorporó a Sí mismo al hacerse hombre y que volverá de nuevo dándonos la salvación para establecer su Reino eterno.
Durante el Adviento, nuestra súplica ha de ser siempre: "Ven, Señor Jesús" (Ap 22, 20). Debemos rechazar "la maldad y las codicias mundanas" y vivir "en este mundo como seres responsables, justos y que sirven a Dios. Pues esperamos  el día feliz en que se manifestará con su Gloria nuestro magnífico Dios y Salvador Cristo Jesús" (Ti 2, 12-13).


FUENTE

Comentarios

  1. Como te he dicho en el post anterior,juntas en oración.
    Un cariñoso saludo amiga.

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  2. Un spring hacia la Navidad. Pronto nuestras esperanzas serán renovadas, nuestras tristezas quedarán sepultadas con la luz que llega. ¡No lo dudemos!Un abrazo

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  3. Ven, Señor jesús, ven y no tardes,ven y que me entere.
    Un beso, Mento

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  4. Gracias chicas y gracias Angelo por acompañarme en esta novena. Quiero pediros un favor y es que pidais conmigo por Eithur que se a lo que sea lo que busque que lo encuentre y si es la voluntad de Dios que Este se le de a conocer. Por que está otra vez en mi blog, no se lo que me habrá escrito ahora, voy a ir a ver. Pero a mi sus provocaciones me dan como que realmente si necesita un encuentro con el Señor y yo voy a rezar a partir de ahora para que eso suceda si es la voluntad del Padre.
    Un besito para los tres.

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