DE REGRESO EN CASA Y EN MI BLOG.


Pues ya he vuelto.
Ha sido un fin de semana solamente, pero tan intenso que parece que hemos estamos fuera un mes. Para los que sois del Camino Neocatecumenal ya sabéis los intensa que son las convivencia de transmisión. Para los que no conocéis este movimiento de la Iglesia Católica, deciros que nuestro fin es un recorrido de conocimiento hacia el bautismo. Un periodo catequético donde de forma adulta se nos da a conocer y aceptamos el bautismo. Para más información: http://www.camminoneocatecumenale.it/
Este año hemos estado en Carmona, en el convento Madre de Dios, un lugar precioso, histórico, del siglo XV, donde cinco hermanas Dominicas mantienen como pueden el lugar.Un convento construido a principios del siglo XVI, para acoger a la orden Dominica con la finalidad de predicar y controlar en la entrada de la ciudad. De estilo sobrio tiene un templo de una sola nave abovedada, con numerosas pinturas. Lo más destacable es el retablo mayor de Jacinto Pimentel
      
Es un convento grandísimo y yo personalmente me he quedado admirada del trabajo de las hermanas que lo habitan. De las cinco, solo una viene a ser de mi edad, la madre superiora, las demás todas monjas de edad avanzada, desde aquí aprovecho y te animo, a ti joven, soltera, que sientes que Jesucristo te llama. No tengas miedo, apuesta por Él, será el Esposo perfecto, Él te dará la mejor vida que puedes tener. Se valiente, ve a visitar alguno de estos conventos y habla con las hermanas, vive con ellas un día y seguro que tu vida cambia a mejor 360º.

     En este convento, las hermanas tienen una guardería, viven de ello, y los fines de semana acogen retiros espirituales en sus dependencias habilitadas para ellos. Es un lugar muy bonito sobre la necrópolis romana. Incluso dentro del convento, se ven parte de esas tumbas. La fundación del convento de Madre de Dios tuvo lugar en el año 1520, estableciéndose inicialmente en unas casas cedidas por Don Gonzalo de Andino y Doña Marina de la Barrera, mientras duraban las obras de construcción del nuevo edificio, que se prolongaron hasta bien entrado el siglo XVII. Ha sido una experiencia bonita compartir con las hermanas este fin de semana. Su generosidad, abriéndonos las dependencias de su guardería para que nuestros hijos jugasen y estuvieran cómodos y entretenidos, ha sido un regalo del cielo, ya Lucy os contará en su blog su experiencia, los niños venían encantados. 

     Y mientras los niñ@s de la comunidad estaban bajo la supervisión y cuidados de la niñera, nosotros hemos podido celebrar nuestras catequesis y celebraciones de cara al Señor y a un nuevo curso. Las experiencias allí vividas, nos acompañarán y nos darán fuerzas para afrontar este 2012 de una forma cristiana. El Señor siempre nos regala una palabra de aliento que en momentos de debilidad te enciende la luz de la fe y te hace avanzar hacia delante, hacia la voluntad del Padre en nuestra vida. Yo he pasado momentos muy malos, durante la ida, nos perdimos un par de veces y Pepe que no es de la provincia y no conoce la zona se puso algo nervioso, lo que a mi no me ayudó en mi enfermedad y tuve una crisis fuerte de ansiedad. Eso es lo que tiene el viajar de noche sin conocimientos de la zona y sin navegador, pero llegamos, gracia a la ayuda del responsable de la comunidad y al Señor que nos quería allí.  Llegué en malas condiciones físicas, pero no me ha importado que a lo largo de la convivencia los herma@s me hallan visto así (se que algunos me juzgan porque no pueden entender lo que la medicación para el sistema nervioso hace en la cabeza del enfermo y lo que nos empuja a acometer en forma de conducta a menudo). He superado el miedo a perder el control delante de los demás, el Señor me lo ha permitido y sobre todo el no perderme la convivencia, aunque casi me pierdo por orgullo la Eucaristía. Pero Dios es misericordioso y nos enseña en el momento preciso como debemos comportarnos y actuar cuando uno realmente pide ayuda desde su impotencia. Yo me he sentido estos días muy amparada por Dios en mi enfermedad, he podido estar con más personas a mi alrededor, cosas que creía imposible, por mi ansiedad al contacto con los demás y he podido comprobar que Dios si lo puede todo.

     Han sido momentos de compartir en comunidad, de oración, donde he pensado también mucho en mi otra comunidad católica: Ésta, la bloguera. Y sobre todo dos días de aprender, de escuchar, de reconciliación con Dios, de comunión con Jesucristo. Momentos intensos y necesarios en la vida de todo cristiano que hace que nuestras lámparas de aceite se llenen un poquito más y nos ayuden a ser menos necios.