ANECDOTAS DE LA PROVIDENCIA.

Viendo la cantidad de anéctodas que están sucediendo estos días en mi vida gracias a la Providencia del Altísimo, no puedo por más que ir contándolas. Siento mucho si parezco una pesada, pero es que es son tan grandes las cosas que acontecen en mi familia estos días, que a mi me da igual si lo digo y la gente no me comprende, pero tengo que contarlo. Porque cuando uno experimenta algo así, pese a todo lo negro que te pueda ir la vida, la felicidad que sientes en ese momento no se puede ocultar.

Los que habéis visitado el blog estos días recordareis la entrada en que comentaba como Dios  sirviéndose del  padre  de una alumna del colegio, le había comprado a mi hija un diccionario que hacia dos semanas que la profesora había pedido y yo no podía comprarlo. Pues bien, raro es el día en que no veo la mano del Altísimo aprovisionarme sin que el tan "necesario" dinero tenga que estar de por medio.

No sabría como trasmitiros mi sentir.A veces estoy alegre, eufórica al ver que no he sido engañada, que Dios verdaderamente existe y provee, otras tengo miedo de que todo esto pase y quedarme sola, no se si me explico. Se que no son casualidades lo que acontece en mi vida, pero dentro de mi hay una guerra muy grande que me parece no poder dominar. No obstante, ahora creo en la providencia y como dentro de la necesidad y de lo poco, estamos siendo colmados, eso me ayuda a vencer mi fantasmas internos y a sentir la seguridad de que Dios no me abandonará mañana si la cosa se pone peor.

El otro día Pepe me dijo que iba a tener que comprarle unos pantalones, él siempre se conforma con lo que hay, es un hombre presumido, pero ha cambiado mucho. Nuestro fondo de armario es cortito y gracias a Dios mis hijos si disponen de uno mayor por la ropa que heredan de los hijos de amigos míos y de hermanos de la comunidad. Pues bien, al día siguiente Joaquin, el administrativo que trabajaba en la empresa que ahora nos ha dejado a todos en paro. Se atrevió a preguntarme como si eso me fuera a ofender si yo querría una ropa suya que estaba en muy estado,que el se la iba a llevar a Cáritas, pero que si a mi me servían no le importaba pasar a dejarlas.

Yo vi el cielo abierto, valla si lo vi. Porque me ha vestido a Pepe para el invierno que viene y todo ropa de calidad. Si eso no es la providencia que me lo expliquen. Pero hay no queda la cosa, es que hablando con Pepe me dice: lastima que los pantalones son todos de vestir y de invierno, me habría venido mejor algo más corrientito que ponerme para diario. Y yo le digo: Ofú Pepe,  no te preocupes que ya veras como vamos saliendo de esta. El convencido me contesta que si y que no se le puede poner pegas a lo que estamos recibiendo del señor. ¿Y qué crees que pasa?

OCHO.

Ocho pantalones vaqueros nuevecitos que me ha mandado una tía mía de mi primo, porque ha este se le han quedado pequeños. Vamos, imagina como me puse al verlos.
Son las anécdotas que estos días estamos viviendo en mi casa y en mi familia, mi marido y mis hijos son participes de ellas y yo doy a gracias a Dios, por permitirnos descubrirlo en estos acontecimientos que hoy quiero también compartir con mis hermanos blogueros.
La providencia de Dios existe y yo doy testimonio de ello.

Comentarios

  1. Confirmo lo expuesto aquí. Somos hijos e hijas de La Providencia.

    ORACIÓN A LA DIVINA PROVIDENCIA
    Dios y Señor Nuestro, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
    cuya Providencia no se equivoca en todo lo que dispone,
    y nada acontece que no lo ordene,
    rendidamente te pedimos y suplicamos
    que apartes de nosotros todo lo que nos pueda separar de Ti,
    y nos concedas todo lo que nos conviene.

    Haz que en toda nuestra vida busquemos primeramente Tu Reino
    y que seamos justos en todo;
    que no nos falte el trabajo,
    el techo bajo el cual nos cobijamos,
    ni el pan de cada día.
    Líbranos de las enfermedades y de la miseria;
    que ningún mal nos domine.
    Sálvanos del pecado, el mayor de todos los males,
    y que siempre estemos preparados santamente a la muerte.

    Por Tu Misericordia, Señor y Dios Nuestro,
    haz que vivamos siempre en Tu Gracia.
    Así seremos dignos de adorar Tu amable Providencia
    en la eterna bienaventuranza.
    Amén.

    (Enviada por Sol de Argentina)

    ResponderEliminar
  2. Que buena oración, gracias Juan Carlos por compartirla, en estos dias que vienen va ha hacerme mucha falta.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

☝💬 Las palabras liberan a las personas, deja escrito lo que piensas. Se admiten todo tipo de opiniones, consejos y críticas. Luego ya veré si lo publico...
... o no 😉.