QUIEN RÍE EL ÚLTIMO...

Hoy sí, hoy puede reírse, con esa risa perversa que cala hasta los tuétanos de los huesos. Le odio, me repatea el estómago cuando en vez de reírse me recuerda aquello en lo que fallo y vaticina mi caída. Puede que ahora me sienta triste, pero no puede quedarse con mi alegría eternamente, ella le pertenece a Dios.

Reconozco las derrotas y se cuando pierdo una batalla. Sin embargo desde el suelo le miro altanera, ya no me da miedo. De niña me asustaba y me hacia llorar. Pero mi fe ha ido creciendo a la vez que mi cuerpo. Hoy solo me derrota como un experto luchador de artes marciales que en la primera llave te tira al suelo. Pero pobre... ahora ya se quien puede derrotarme completamente y quien no. Y tú entras en la lista de los noes... las guerras no se ganan en una sola batalla. Y yo hace mucho que he aprendido a ceñirme mis vestiduras.

Desde que comencé a evangelizar en la red y escribir este blog. El pesao este de la foto, no para de recordarme lo inconstante que soy para todo. Lo poco que aguantaré en este medio.

Hoy me ha dado una nueva bofetada. No hace mucho que comparto con vosotros este circulo de hermanos blogueros, pero os tengo un cariño singular a cada uno, como si os conociera de toda la vida. Hace poco Teresa cerró su blog: arcillas en manos de Dios y hoy es Visi: Soliloquios de la gran Visigoda.

Respiro hondo, cada uno tiene su misión establecida por Dios, pero a mi hoy me da tanta pena...

Es mi primer verano en el mundo bloguer y todo me queda grande. Los maestros blogueros, están la mayoría de vacaciones y se nota que el buen tiempo da a salir más que a bloguear. Y aquí me encuentro yo. Con este blog en fase de desarrollo, el de mi hija Lucy que recién ha abierto y el cual me veo obligada a supervisar cuando escribe. Este es su enlace por si te apetece visitarlo: 

http://lucyysublog.blogspot.com/ Y luego está el nuevo blog que he abierto de cara a los más peques de la casa: http://pequesypecas.blogspot.com/ ¿quién me lo iba a decir a mi hace unos meses?

Sin embargo aunque hoy me falle el animo se que no puedo dejarlo, al menos ahora que me recupero en casa de mi enfermedad y tengo tiempo. Y mañana?... Aprovecha el demonio para volver a hacerme una llave.

 Mañana...

... ¿Mañana?

 ¿Quién puede decir lo que pasará mañana?

Eso solo le pertenece al Padre saberlo. Y hoy el Padre a mi me dice por boca de Jesucristo:

- ¡Levántate y anda!

O lo que es lo mismo: 

-No te desanimes y escribe.

Y aquí estoy, lo siento por el pesao de arriba que se va a llevar un buen corte,  yo seguiré escribiendo hasta que sea Dios quien me pida que deje de hacerlo.