Refugio mío.

Refugio del Elorrieta(Sierra Nevada, Granada)

“Para el hombre, como para el pájaro, el mundo tiene muchos sitios donde posarse, pero nidos solamente uno.”(Oliver Wendell Holmes Sr.)

Me decía una persona (con la mejor de sus voluntades no me cabe duda al respecto) esta frase que... en lugar de dar ánimos que era lo que pretendía... terminó por hacer que al escucharla me estallase el corazón en partículas irrecuperables. 

"Hay personas que nacen ya destinadas a vivir sufriendo, ayer empezó la cuaresma, aprovecha este tiempo y ofrece tu sufrimiento por la salvación del mundo".

No le dije lo que pensaba, por no herirla gratuitamente, después de todo, nadie sabe cuanto dolor alberga el interior del otro. Intentamos dar consejos desde nuestras perspectivas y experiencias y yo que soy muy bocachanclas, a veces me suelo preguntar que si yo consigo mantener la boca cerrada, porque serán que los demás siempre sueltan tal derrame de mierdas. 

La Cuaresma como tal, es un buen momento para hacer balance y enderezar caminos torcidos. Buen momento para oportunidades de remediar el mal que provocamos, para el perdón, para volver al Amor primero, al hogar seguro. Pero cuando la necedad nos ciega, ni con el último navegador del mercado da uno con la posición de destino correcta. 

El mundo con todos sus habitantes puede irse al carajo de mi parte cuando a mi me duele tanto por dentro que no puedo ni respirar. Que para hacer teatro ya están los profesionales de la carrera que estudian el arte de la interpretación. A mi solo me salen disparates, culebras, y pataletas... y no lloro y berreo porque ya no está mi madre. Que si no, también. 

El año pasado la cuaresma se olvidó de mi, y con Ella todos aquellos que la vivían tan fervorosamente... Sacrificios? Y un mojón! Me niego a ser infeliz, aunque el alma se me estire tanto como el churrete ese que está de moda ahora y pringan y estiran los niños, el slime ese. Pues eso. Yo me niego a pensar en negativo, en sufrimiento, en sacrificio, en hacer por puños las cosas para ganar tu momento de redención... lo repito... un mojón (con acento fuerte en la o).

Hay Uno que ya hizo todos los sacrificios juntos por mi. El Único que permanece como centinela frente a mi dolor, mi rabia, mi impotencia, que no me avasalla, que no me juzga, que no desespera cuando me ve en mi peor cara, que me espera siempre como enamorado a su moza... con los brazos abiertos y su pecho como refugio mio. En él hay una brecha abierta, donde yo me refugio segura donde nada me alcanza, ni mi propio pecado y ahí, justo ahí... me abandono a mi realidad donde la recibe y en silencio me escucha mientras me sostiene dentro, como parte vital Suya. En esa brecha hay agua que me lava y me deja limpia y hay sangre que me alimenta y me cura todas las heridas internas, hasta la anemia física... 

Refugio mio Eres Señor. Donde nadie me oye, nadie más allá de tu Misericordia que siempre me arropa y aísla del frío. Mi amante, mi amigo, mi padre, mi hermano, mi hijo... amor de mi vida que me llamas y yo al escuchar mi nombre en tu boca me abandono y desnudo a toda realidad que me oprima. Y me dejo como feto dentro del vientre materno, confiado en un amor que no ve, pero percibe en todo derredor suyo. 

Que no. Que me niego a sufrir inútilmente. Que Cristo no ha dado su vida por mi para que otros me metan en la cabeza ideas equivocadas. Con Amor he sido creada para la vida eterna, y para en esta ser yo en total libertad. Porque así me quiere Él, libre, suya, que aproveche mi tiempo mortal para experimentar y que cuando llegue a su presencia sea ese momento de reconocimiento como tantos que hemos vivido.  En que el recogimiento en Él me confirma cada vez que por muy trasto que yo sea, nada cambia su amor por mi.