Cerrando Octubre.


"En aquellos días aprendí dónde hay que interrumpir la discusión para que no se transforme en embuste y dónde ha de empezar la resistencia para salvaguardar la libertad" 
(BenedictoXVI)


No ha sido un mes fácil. A Dios gracias puedo contarlo. Hoy sin perder mi serenidad. 

Decía que ha sido difícil. Octubre siempre ha sido para mi un mes especial. Se celebra en mi ciudad la Romeria de Valme el tercer domingo del mes. El 15 es el cumpleaños de mi padre. Este año coincidían muchas cosas en un mismo fin de semana. Y he tenido el animo crispado, con grandes altibajos. 

Al final, todo va pasando Y en definitiva hay que adaptarse y reponerse. 
Es duro, cuando falta una madre en casa es cuando realmente te das cuenta la misión tan importante que tiene la mujer dentro de la familia. Bueno, hay madres para todos los gustos. La mía no era perfecta. Pero era ejemplar en muchas cosas. Mi madre era una mujer generosa. De ese tipo de generosidad que no lleva nombre. Que pasa como inadvertida y al final, solo cuando no te beneficias de ello, notas su ausencia. 

Llevo muchos meses intentando no pensar. Me venia abajo los días críticos y seguía sin querer mirar hacia dentro. Este mes ha sido inevitable. Papá empezó el tratamiento para la depresión y la falta de mi madre se hizo más patente. Yo jamás tendré su paciencia. Pero la he oído en mis silencios muchas veces a lo largo de este mes decirme "Neni ten paciencia" 

Paciencia para aceptar la realidad.
Paciencia para soportar que no puedo solucionar la historia de mi "orejas".
Paciencia para enfrentar el declive de mi padre.
Paciencia para no destrozar a Pepe.
Paciencia para cuidar de mis hijos.
Paciencia para poder perdonarme a mi misma. 

Cierro el mes de Octubre con una buena noticia. Los nódulos del pecho no son malos. Así que no tengo más remedio que echarle paciencia al porvenir porque de momento parece que los resultados de todas las pruebas a las que me estoy sometiendo van dando bien. 
Noviembre será duro. 
Pero no voy a pensar en ello ahora. Simplemente voy a dejar de pelear y a tener paciencia dando a cada día su porción de resistencia necesaria. 

Deciros a quienes me acompañáis en este espacio a lo largo de todos estos años que vuestras oraciones son fundamental para alguien tan desastre como yo. Y que no me cabe duda que obran este milagro de que yo vaya reponiendo al temporal. 
Gracias. Os debo los momentos de serenidad donde la fuerza del Espíritu Santo ha sido el soporte para mantener mi sensatez y no sucumbir a la mentira del Enemigo. 

A todos os deseo un feliz Día de Difuntos. Unidos en la esperanza de la palabra dada por nuestro Señor. 


"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá". (Juan 11, 25)




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