13 de Mayo.



"La realidad y las formas. Los malos modos todo lo estropean, hasta la justicia y la razón. Los buenos todo lo remedian: doran el no, endulzan la verdad y hermosean la misma vejez. En las cosas tiene gran parte el cómo. Lo más estimado en la vida es un comportamiento cortés. Un bel portarse resuelve singularmente cualquier situación. Señorío en el decir y en el hacer". (Baltasar Gracián). 

Un trece de Mayo de hace 38 años hice la comunión y me uní al Único que nunca me ha abandonado. Al Único que ni la muerte puede separar de estar conmigo. Hoy que hace cuatro meses que mi madre falleció, me agarro como puedo a Él a su presencia, a su fortaleza ante el sufrimiento para sobrellevar el mio. 

Los 11, 12 y 13 de cada mes son como un triangulo de las Bermudas donde desaparezco y no consigo dar conmigo misma. Me pierdo en la búsqueda de un lazo, un nudo que me sostenga a flote. 

Temía mucho a este mes, Mayo. 
El mes de las madres, celebrar el día de las madres ya nunca más será igual y me enfrentaba al primero de mi vida con conciencia y recuerdo para celebrar sin ser hija. Mi madre no está ya. Es una realidad. Pasar el día de las madres sin ella, algo que me tenia sumida desde mediados de Abril en un sentimiento repetitivo de tortura. 

Al final el día de las madres lo pasé en el hospital con mi padre hospitalizado, nueve días sin salir de allí acompañando a mi viejo. El ictu de hace cuatro años, le pasa factura. Tiene lesiones que se han ido aumentando poco a poco y empiezan a dar señales de daños colaterales que a partir de ahora irán cobrando importancia. Bueno, habrá que combatirlos como se pueda. 

Pese a lo que me preocupa el deterioro de papá, y lo angustiada que estaba estos días al verle tan fuera de si en el hospital. Fue un consuelo tenerle, saber que aún soy hija de alguien... Puede que ya no esté mi madre, pero aún me queda él. Y soy consiente de lo afortunada que soy de poder contar con la presencia de mi padre, cuando me falte, ya solo seré madre.

Ayer le dieron al fin el alta, ahora hay que cuidarlo y seguir observándole en casa, está delicado, bastante. 
Al llegar, me encuentro otro panorama en casa. Cuca está agonizando. Hay que sacrificarla y un pedacito de mi alma se va también con ella. Ha sido una perra muy especial para mi. Sustituyó en parte a mi Boof, y ha sido en mi edad adulta, la mejor de mi amigas. Mi compañera fiel, acompañante de tantos momentos de debilidad y depresión. 
Animal insustituible. 
La vi llorar como si de verdad tuviera sentimientos a los pies de mi cama. Permanecía allí inmóvil junto a mi cuando la medicación me había robado mi voluntad y mi energía.  No he conocido un perro como ella en los años que tengo y mira que he tenido mascotas. Pero como ella, con ese apegamiento a mi persona y ese estar siempre a mis pies, no. 

Sentir su ultimo aliento de vida... Sostenerlo y no poder hacer nada... 
Pensé en mi podre madre resistiendo por vivir, y en el momento que supe que no lo conseguiría, como pedí a Dios y a toda potestad santa que intercediera por ella en el paso a la vida espiritual.  
No se si los animales inferiores tienen espíritu, pero si sufren y por eso me encargué de que no sufriera más. 

Hay formas de hacer las cosas, intentamos siempre hacerlas lo mejor que sabemos. Hoy aunque estoy echa polvo, sé que lo hice por ellas lo mejor que supe en cada caso. El modo en que me siento enfrentando sus perdidas me lo confirma. Cada perdida desde el lugar que le corresponde por identidad. 

Mayo, florido, vivo, con la fuerza del sol que nos impulsa llega fuerte y yo me sigo sintiendo tan gris.

La vida no se detiene para quienes seguimos aquí, solo queda respirar, adaptarse y superar los acontecimientos. 
Los recuerdos mantienen vivos en nuestra memoria aquellos instantes por los que merece la pena seguir adelante y desear vivir... Porque vivir es eso, un continuo saber disfrutar de momentos que nos convierten en aquello que somos. 

Yo voy a intentar vivir este mes lo mejor que se hacerlo, sin desfallecer, aportando mi porción de serenidad y alegría (pese al dolor) y no dejaré que mis lagrimas mojen el suelo más que las lluvias de Mayo, cada cual que cumpla su función, aquello para lo que hemos sido llamados. 





Comentarios