Un año más.

El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá. (Eugene Ionesco)
Rápido pasan los días, vivir es una vertiente de velocidad a la cual no siempre le tenemos pillado su movimiento real.
Llegué a casa esta mañana después de tres día de turno interno. De una noche de hemorragias menstruales que más que recordarme que sigo viva parecían anunciarme el fin. Y una noche de desvelo y guardia a la abuelita que cuido ahora, no tuvimos buena noche ninguna de las dos. Pese a que hubo momentos en que las dos nos reímos, con esas risas inocentes y sin sentido de niños, pero que alientan al alma. Allí estaba, ella en su mundo mental, donde a veces es difícil entrar y otras imposible; yo sentada en la cama haciendo lo que mejor se hacer, acompañar al que necesita de compañía. Estaba tan nerviosa que ya no sabía que hacer para tranquilizarla hasta que me dio por decirle que estábamos las dos igual vestidas para la fiesta y le enseño …
Rápido pasan los días, vivir es una vertiente de velocidad a la cual no siempre le tenemos pillado su movimiento real.
Llegué a casa esta mañana después de tres día de turno interno. De una noche de hemorragias menstruales que más que recordarme que sigo viva parecían anunciarme el fin. Y una noche de desvelo y guardia a la abuelita que cuido ahora, no tuvimos buena noche ninguna de las dos. Pese a que hubo momentos en que las dos nos reímos, con esas risas inocentes y sin sentido de niños, pero que alientan al alma. Allí estaba, ella en su mundo mental, donde a veces es difícil entrar y otras imposible; yo sentada en la cama haciendo lo que mejor se hacer, acompañar al que necesita de compañía. Estaba tan nerviosa que ya no sabía que hacer para tranquilizarla hasta que me dio por decirle que estábamos las dos igual vestidas para la fiesta y le enseño …