Y en mi vacío... Tú.



Sobrevivo. 
A veces, ni ética, ni moralmente, sobrevivo y (.) 
Y en ocasiones cuando me asfixio entre la multitud, cuando todo me queda grande incluido mis principios y lo único que deseo es naufragar en este infinito mundo interior de soledad  mío... Apareces Tú. 

Me rompes Señor. Eres perfecto. 
Y aún no entiendo como te quedas conmigo, como me elijes a mi. Eres mi Hombre, el Único. Porque solo en ti encuentro el pecho en que reposar mi cabeza siempre, no importa del lugar que venga, no importa en que líos haya andando envuelta. Llego y Tú, no pides nunca explicaciones. Los dos sabemos la verdad, lo sé cuando me veo reflejada en tus pupilas. No tengo que decir nada, llego a ti, soy yo la que te busco como el que se pierde en el desierto busca un afluente de agua. Y cuando llego a ti, rota hasta los cimientos, temiendo que no estés, o aún peor que no me recibas, ahí estás. Y tengo tanto miedo de que alguna vez no te dejes. ¿Qué seria de mi si en este vacío mío un día no te encuentro?

Cuando me miras con tus ojos cargados de comprensión. Veo pasar cada una de mis faltas por ellos. 
Me conmueves Señor. 
Pero no te inmutas, ni frente a mis faltas, ni mi arrepentimiento, ni mi necesidad de ti. 
Simplemente me abrazas y me devuelves la vida. No me pides cuentas, no me juzgas, yo misma se cuanto pesa esta mancha. Y por eso vuelvo a ti. Solo Tú, solo en ti encuentro la misericordia, la aceptación plena, la gratuidad de la donación de si mismo. Y yo, no te merezco, lo sé pero te amo. Te amo Señor, por encima de mi propia necesidad, por encima de lo que soy, de lo que hago y de lo que dejo de hacer. Te amo hasta con mi propio pecado y ojala fuese de otro modo yo. Ojala pudiera ser perfecta como me creaste, para presentarme frente a ti inmaculada como Tú mereces. Pero soy así, y aún cuando pienso que nunca tendré arreglo, soy así y aquí estoy. 

Por favor sigue a mi lado. Átame fuerte, acepta mi voluntad, no la quiero si ella me aparta de ti. A veces, muchas, me pregunto porque me creaste libre. Con esta cabecita inquieta y este corazón soñador. Que fácil sería vivir atada a ti. Solo dejándome llevar. Y cuando así lo pienso, sonríes. Me miras de nuevo y me preguntas: ¿Acaso no lo ves mi niña? 
Te veo.
Te siento.
Te doy gracias por amarme en esta libertad del ser. Por permitirme elegir siempre mi camino, hasta cuando voy de porrazo en porrazo cayendo y arrastrando como una miserable serpiente por el suelo. Cuando amas de verdad, has de hacerlo en la libertad del otro. Sabiendo que puede que no te correspondan. Que te decepcionen, que la persona a la que amas sea una estúpida que te rompa el corazón. 
Y así me amas Tú Señor. 
Y lo sé, no lo comprendo, pero lo siento. Y eso me basta para encontrar siempre el camino de vuelta a ti. 
Y tengo no miedo, lo siguiente, pánico... de que alguna vez no te encuentre aquí esperándome. Porque soy consciente de que no te merezco. Podría soportar esta soledad que siento mientras vivo. Pero no el vacío de no tenerte.

Quédate conmigo Señor, Amado mio. O déjame al menos quedarme cerca de Ti. No soy el mejor partido lo sé, pero te amo. Y los dos lo sabemos. 



Comentarios

  1. Yo no creo que te encuentres vacía, amiga, con todo lo que hiciste con esa mujer, y el amor con que lo hiciste, estar vacía es haber obrado mal

    R. Alba

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sabes Alba? Nunca me he parado a pensar en esto que acabas de escribirme. Que importante es el dialogo amiga. "Estar vacía es haber obrado mal" Una gran frase que te agradezco enormemente que me hayas regalado. Dios sabe poner grandes palabras en la cabeza, en la boca, y hasta en las teclas de quienes comparten nuestro destino.
      No sabes cuanto bien me hace reflexionar en ello, en esto que me has dicho. Ayer casi estuve a punto de renunciar al trabajo que tengo ahora. Pero al leerte, lo he visto tan claro. Tanto.
      Dios me lleva a hacer el bien y si no pierdo la calma, si soy capaz de mirar con su ayuda más allá de mi desesperación momentánea, el futuro está cargado de posibilidades para realizar el bien a otros, del mismo modo que ocurrió con mi Anita... Y hacer el bien es como bien dices, tener la posibilidad de llenarnos. Luego voy a escribir un nuevo post y tu frase amiga me ha ayudado a tener mucho más claro lo que me sucedió ayer, creo que merece la pena contarlo y compartirlo.
      Besitos corazón, saluda a tu madre de mi parte.

      Eliminar
  2. ...no tengo palabras...

    Todo mi cariño❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que mal se pasa a veces Belen, que mal... Pero ... Más grande es Él.
      Te quiero amiga mía y mucho.

      Eliminar

Publicar un comentario

☝💬 Las palabras liberan a las personas, deja escrito lo que piensas. Se admiten todo tipo de opiniones, consejos y críticas. Luego ya veré si lo publico...
... o no 😉.