IMÁGENES QUE MUEVEN EL CORAZÓN... ¿o lo paran?


Yo, que soy partidaria en este continente digital de Internet de las imágenes. 
Que comparto lo que otros declaran de que una imagen en este medio de comunicación es más importante que mil palabras. 

ME NIEGO. 

Me niego a poner en ninguno de mis pots o de mis publicaciones en los perfiles sociales una imagen de las muchas que nos llegan de Irak. Personas matando a otras personas, cuerpos decapitados, mutilados, niños destrozados...

¿De qué sirven publicar estas imágenes, compartirlas? ¿Acaso no sabemos los que no miramos hacia otro lado la magnitud del problema? ¿Tiene algún sentido tanta transmisión de imágenes cuando solo es eso lo que hacemos, copiar y pegar?

Yo que soy la reina de la pataleta. La que si Dios pudiera desesperarse, seguro que ya lo habría conseguido sacar de sus casillas con mis protestas, mis peticiones de una explicación a todo, mi incesante bombardeo de inconformidades con lo que soy, lo que hago y lo que veo en todo mi mundo más cercano y también en el exterior... Es a Él al que desde mi corazón muestro esas imágenes de la guerra que no me hace falta ver en su total y literal demostración para saber que no está bien lo que está sucediendo. 
A Él le muestro mi inconformidad. 
Le pido que detenga esto. 
Que hable al corazón del hombre, que hable al mio propio y haga que esto pare.

LLega un momento de degradación en el alma humana que el hombre ya no es libre para rectificar su obras si no hay una intervención divina de por medio. Yo al menos lo creo así, aunque cabe la posibilidad de que esté equivocada.
El corazón del hombre no puede albergar tanto odio intento convencerme a mi misma, pero se que cuando el hombre voluntariamente saca a Dios de su corazón, hay un vacío inmenso que se llena de basura y que termina salpicando y manchando a muchos . ocasionando una magnitud de daños colaterales que dan como resultados ese constante ir y venir de imágenes que ... Me atrevo a decir que si no se miran con caridad ... Incluso puede que siembren más odio y más sed de guerra en las retinas de nuestra alma.

Dios mio, si aún hemos hallado gracias a tus ojos, no pases te ruego sin detenerte en esta injusticia humana. Por los méritos de la Divina Sangre de tu Hijo Jesucristo, has que tanto derramamiento de la sangre de los inocentes cese.



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