MI ÁNGEL.

Mi ángel es especial, está y no está. Siempre atento aunque yo le crea despistado. 

Nunca lo ha sido, lo se ahora.

  Podría reconocerlo entre un centenar de ellos, pero no le conozco, a pesar de los años juntos, de nuestra complicidad. No puedo decir como es, si acaso se parece a esos que pintan los artistas en el cielo de las Basílicas. 

¿Será como lo imaginaba de pequeña, regordete y aniñado? 

¿Fuerte y corpulento? Jajajaja, en mi adolescencia siempre me regañaba y me decía que no le idolatrara. 

Nunca habla de él mismo, y yo admiro su dedicación, con cuanta devoción hace cada día su trabajo. Mi ángel ha estado siempre, cuando reía como eco de mis risas,  entre mis lagrimas en silencio sostenido. Cuantas gracias he de dar a Dios por ello y cuantas veces olvido esa gratitud. 

Su frase más repetida:

-Eres lo más importante para Dios.

No se decir a que suena sus palabras, su mensaje siempre llega alto y claro. Como en una frecuencia de onda privada, donde yo le hablo y solo a veces él contesta. 

Tiene una sonrisa, no la puedo ver, pero se cuando sonríe  eso significa que algo bueno está próximo...O que estoy haciéndome un pollo de alguna situación , pero nadie como él para guardar un secreto, por muy pesada que me ponga, su silencio lo hace grande a mis ojos y me hace entender la Voluntad Divina. Y encima tiene sentido del humor.

Me decía un amigo hace muy poco que el demonio me destrozaría si le dejasen. Eso me hace preguntarme si acaso mi ángel tenga sus heridas de guerras por mi, como Cristo.

- Ninguna herida puede igualarse a la que lleva Jesús por amor. 

Su respuesta inesperada me deja ahora en silencio, pensando en cuanto nos aventajan los ángeles, los buenos y los no buenos. Y que afortunada soy por tenerlo a él conmigo siempre, custodiando, obedeciendo la voluntad de Dios y por ello soportando con paciencia.

Gracias Señor por desprenderte de un ángel y ponerlo a mi servicio para mi custodia, nunca me han regalado algo tan valioso como la oportunidad de conocer la libertad en la obediencia.