CON LA ALEGRÍA DE UN NIÑO


     Yo nunca fui una niña muy alegre, aunque eso deberían de decirlos los que compartieron esa época conmigo. Yo al menos tengo la impresión de que no lo fui. Me veo a mi misma como aquella pecosa con gafas, bastante insegura e introvertida. Tan perfeccionista que en muchas ocasiones me quedé con ganas de hacer cosas por miedo a no dar los resultados que yo creía necesarios. En la pubertad todo comenzó a cambiar, entonces pensaba que eran avances de la edad, hoy con la experiencia de lo vivido se que era algo más.

Jesucristo comenzaba a entrar en mi vida y una puerta a la alegría comenzó a abrirse. Me volví más segura y mucho más extrovertida. Sin embargo y pese a que me fui convirtiendo en una jovencita bastante alegre, siempre he tendido a la melancolía. Me hice una mujer, todas mis amigas comenzaron a despertar ese instinto alegre y maternal,  menos yo. Seguía siendo algo rarita. Nunca me gustaron los niños, no puedo decir otra cosa aunque suene mal. Pero curiosamente siempre caí bien a los peques y me han perseguido y me han buscado.

Fui catequista varios años y los pequeños querían todos estar en mis grupos por que se divertían mucho, aunque a mi me seguían sin gustar. Desde entonces nada a cambiado, aún no me gustan, ni los míos, que ya manda huevos. Así que cuando no tengo más remedio que estar con niños, me transformo, me convierto pequeña como ellos e intento aprovechar el momento para divertirme. Ser de nuevo niña genera una alegría en mi que no se como explicar.

     Hace poco más de un año estaba en un bache difícil de mi enfermedad. Entonces posiblemente ya nos conocíamos, porque yo andaba por aquí ya escribiendo. En aquellos días buscaba en mi un resquicio de alegría que me ayudase a encontrar salida a mi situación. Pero no encontraba nada, ni siquiera en mis propios hijos que ya se estaban comenzando a acostumbrar a verme apagada. Fue entonces cuando mientras rezaba el rosario, sentí que se me pedía abrir un nuevo blog. Posiblemente conozcas el blog de Pecas PEQUES Y PECAS no tenia mucho interés en escribir y montar un blog dedicado a los pequeños, no podía quitarme de la cabeza que a mi ni siquiera me gustan. Pero sé cuando se me está pidiendo hacer algo desde lo alto y comencé.

Al principio no lo hacía con mucha gana, pero me servia como terapia para enfrentar mis muchos momentos de angustia dentro de mi depresión. Y pensé que ese era el fin que Dios tenia con él para mi. Seguí publicando. Hoy las cosas han cambiado tanto, que de nuevo con una sonrisa en los labios, tengo que reconocer que es una tontería subestimar a Dios. Pedía volver a sentir la alegría de un niño, poder disfrutar de momentos sin más y volver a reír con mis hijos. Hoy gracias a Dios y a la iniciativa de obedecer y abrir el blog de Pecas tengo muchos momentos de esos.

     Te cuento todo esto porque creo que puede ser un buen momento para que te lances tú también ha hacer eso que estas pensando, quizá ya desde hace algún tiempo. La cosa más insignificante en la voluntad de Dios se vuelve un arma de salvación. Evangelizar en la red es algo relativamente nuevo, un as que la Iglesia comienza a utilizar. Una puerta de comunicación inmensa donde los católicos  podemos dar testimonio y compartir nuestras experiencias de fe.

Cuando comencé el blog de Pecas, lo último que pensé fue en cuantas sonrisas y momentos de placer me daría. Durante un periodo tenia miedo, porque soy muy inconstante y las visitas comenzaron a dispararse teniendo un abundante seguimiento. Comenzaron a llegarme email de personas que pedían material para trabajar con los niños, solicitando tal y cual catequesis o dibujos, me asusté. Pero pensé que merecía el esfuerzo por Jesucristo. Seguí. Hoy mis hijos y yo disfrutamos de ese blog como algo más de nosotros. Mis hijos me ayudan a buscar  cosas interesantes. Compartimos y realizamos casi todas las actividades que se publican y lo pasamos muy bien. A veces incluso publico las cosas que realizamos. Ser bloguera hoy para el publico infantil es un trabajo más que me llena y me da momentos de alegría, pese a que siguen sin gustarme los niños. Pero cuando me convierto en Pecas, siento la alegría de un niño, la experiencia de compartir a Jesucristo y sus enseñanzas. Poder vivir la fe de pronto un poco como ellos, es algo que merece la pena los muchos esfuerzos que tengo que realizar para llevar al día actualizado el blog. 
     Así que te animo si aún no tienes blogs a experimentar la alegría de compartir a través de uno tus experiencias de Dios. Y si ademas necesitas ayuda para ello te ofrezco los conocimientos que tengo para ayudarte a hacer uno y comenzar. Anímate  serás de los más beneficiados.

Comentarios

  1. En el facebook de Pecas te dejé un video para tu hijo Ivan en el día de su cumpleaños,te contesto aquí porque veo que no eres muy asidua del facebook :)

    Un cariñoso saludo amiga mia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues tienes razón Belén, las redes sociales no las piso a penas. Entro como una vez por semana. No me da lugar a llegar a más. Las entradas de los blogs las tengo por el networkedblogs que se actualizan solas en las redes sociales que tengo abiertas. Y luego el correo de Pecas lo tengo saturado. Me da hasta miedo, porque no te imaginas la cantidad de email que recibo de profesores, catequistas, papás que piden cosas, que preguntan... me veo impotente a veces cuando no doy a bastos. Mira si tengo atraso que todavía no he llegado a los correos del 9 de noviembre que fue el cumple de Iván y ya casi tenemos terminado el mes. Cuando hoy venga del cole y haga los deberes se lo digo y lo vemos. Pues después de hacer los deberes juega un ratito con mi portátil, así que ya te contaremos.
      Un beso guapa.

      Eliminar
  2. Que bonito lo que cuentas... como Dios nos devuelve maravillas siempre, pero especialmente cuando obedecemos en aquello que no nos apetece.
    A mi me encantan los niños... A ver si encuentro un horario compatible con el mio, para poder volver a dar catequesis en Enero SEría mi mejor regalo de Navidad

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi pese a que no me gustan :( ¿qué le voy a hacer? Me he quedado este año con ganas de coger un grupo. Pero no me encuentro aún recuperada del todo y he preferido esperar al curso que viene. La verdad es que una termina por recibir más de los peques de lo que se da.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. No parece que fueses triste, ni antes ni ahora, por lo menos hoy, cuando te leo me transmites alegría.

    Un fuerte abrazo. Que tengas un feli día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que sea ese el sentimiento que te transmita. Un fuerte abrazo Capuchino.
      Feliz semana.

      Eliminar
  4. Que bello todo esto!!
    Pues mira, yo tengo cada vez menos tiempo para entrar a internet, es que mi vida es más con las personas de mi alrededor. Pero mientras pueda seguiré buscando a mis amigos de red que también son tan generosos y se dan completos, como tu.
    Gracias!!
    DTB!!

    ResponderEliminar
  5. Es normal María, cuando una tiene mucha actividad en el día a día cada vez se dispone de menos tiempo para los extras. A mi también me pasa, por eso ahora no comento tanto y paso por los blogs amigos a la carrera. como a ti, me gusta también el contacto con los hermanos de la red y aprender de sus experiencias. Pero ahora los niños cada vez me roban más tiempo, ya Iván también trae deberes y necesitan más de mi tiempo. Y las prioridades ya sabemos :)
    Un abrazo guapa.

    ResponderEliminar
  6. Querida Mento: gracias por compartir tus experiencias. Por ser tan abierta y sincera. Dios te ha de dar muchos, pero muchos momentos de alegría y sobre todo tu alma que es transparente como de niña será la que te llene de esa alegría interminable que es la de estar con Dios y en Dios. Bendiciones y felicidades. Gracias por todo lo que nos das en tus blogs.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

☝💬 Las palabras liberan a las personas, deja escrito lo que piensas. Se admiten todo tipo de opiniones, consejos y críticas. Luego ya veré si lo publico...
... o no 😉.