BOCHORNO DE VERANO. Diario de una madre imperfecta.




   Aquí en el sur tenemos la calor, no el calor. Esa calor bochornosa que te deja el cuerpo como si te hubieses tomado un barril de cerveza. Luego dicen de los andaluces que somos huelguistas, flojos y que ponemos la siesta por bandera.¡Hay madre esto de los topicos!
Hablando como se habla aquí, según algún mal hablao. La verdad es que, en Sevilla, a 46º de temperatura hay que tener un par de huevos para aguantar.
El andaluz nace, y se hace... y se curte al sol y al viento en los campos... y se crece en su siesta que nos revitaliza... y se da en las tertulias con los amigos y la rubia fresquita en la mano.
La modernidad nos hace tener comodidades que hacen que algunos. Los más afortunados que tienen aire acondicionado en casa, se encierran en éstas como si estuvieran en cuarentena radioactiva hasta que pasa lo peor. Los que no...Ufffff... Aguantamos el tirón como se puede. Piscina, ríos, la ducha y el abanico que no falte.
Los niños disfrutan esta época del año, mucho baño en la piscina y trasnochar. la calor vuelve la tarde  aún más bochornosas y se hace mas vida en la calle al caer la noche cuando refresca.


Los vecinos se sientan en sus hamacas a las puertas de la casa, antes eran sillas de aneas. Y hablan del día, de como cada uno se las apañó para afrontarlo. Yo desde que me vine a vivir al campo no disfruto de esos momentos de tertulias en las calles al fresco de la noche.  Donde los viejos cuentan batallas de su juventud mientras las abuelas aprovechan la luz de la farolas para dar alguna puntada más de crochet o las más calurosas, agitan con arte sus abanicos.

El sol luce en el sur de un modo especial. Para bien y para mal el sol aprieta de una forma especial. sus rayos imponentes son como mensajes del cielo . Da vida, te despierta y en ocasiones como a las flores te mustia. Pero siempre es de agradecer los días largos y soleados para disfrutar en familia.